Cuatro días después de que se declarara el incendio en Paüls (Baix Ebre), estabilizado este miércoles por la mañana después de quemar cerca de 3.300 hectáreas, los municipios afectados por las llamas comienzan a rehacer su vida. Dos días después de la declaración del incendio, el alcalde de Paüls, Enric Adell, ha dado un paseo por las afueras del pueblo, que han quedado completamente calcinadas: «Impacta muchísimo ver tu pueblo arrasado, pero lo que tenemos que hacer ahora es adaptarnos a esta nueva realidad, que será dura», ha remarcado el alcalde en conversación con la Agencia Catalana de Noticias (ACN). Las hectáreas devoradas por el fuego han quedado teñidas de gris, y el recuerdo de las llamas aún perdura en las retinas de los vecinos: «Tendrá un efecto emocional, nos acordaremos mucho tiempo, ha sido duro y hemos sufrido muchísimo. Lo único positivo del incendio es que no ha habido ninguna víctima mortal, todo lo demás es negativo», relató Adell.

En Alfara de Carles la imagen es la misma: «El fuego ha entrado en las fincas y lo ha matado todo». Lo dice Joan Fort, es agricultor jubilado y vecino del pueblo. Los olivos centenarios que se alzaban al margen de su finca han quedado reducidos a ceniza. «El paisaje es horroroso», lamentó. El fuego entró la madrugada del martes en su terreno. «Tenemos los cultivos bien arreglados. Las fincas estaban trabajadas, pero el fuego lo ha acabado de matar todo», dijo. «Todo se ha quemado, todo», exclamó. Fort tiene unos 300 olivos en un valle que queda entre Alfara de Carles y Aldover, dos de los municipios más afectados por las llamas. Calcula que solo un 2% de los árboles están bien, el resto «chamuscados y quemados». El alcalde del municipio, Jordi Forné, admite que los vecinos ya respiran un poco más tranquilos desde que los bomberos han podido estabilizar las llamas, pero admite que aún tienen que recuperarse del susto: «Tenemos alguna afectación de fincas rústicas y tal, pero no ha habido ningún problema», explicó el alcalde, que asegura que la mayor parte de las hectáreas quemadas de su zona son boscosas.

Humo del incendio de Paüls / Arnau Martínez / Eloi Tost (ACN)

La importancia de proteger los espacios naturales

El alcalde considera que este último incendio debe servir para «cambiar muchas cosas» en la gestión de prevención de incendios: «Esto nos debe servir para reflexionar de una vez, no para hablarlo ahora, no para empezar una comisión, debemos acabar materializando actuaciones», recalcó. Una idea que también comparten desde la Federación Catalana de Asociaciones de Propietarios Forestales (Boscat), la cual agrupa 28 asociaciones de propietarios forestales de Cataluña, que representan unas 250.000 hectáreas de bosque y unos 3.000 propietarios forestales. Desde la federación alertan que los espacios naturales protegidos son «muy vulnerables» al fuego por la «falta de gestión forestal». En este sentido, su gerente, Jordi Terrades, lamenta que «no solo no se hace gestión, sino que no hay ni los caminos necesarios para que los bomberos puedan trabajar». El mismo gerente, sin embargo, también admite que algunos de los problemas se deben a las mismas normas de conservación de estos espacios, ya que tal como están conformados eso «los hace vulnerables».

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