En los últimos días, varias grandes personalidades de Cataluña se han sumado a la campaña de Plataforma por la Lengua para hacer presión a Europa para que acepten el catalán como lengua oficial de la Unión Europea. Después de los clamores del antiguo entrenador del Fútbol Club Barcelona y actual entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, ahora también se añade el presidente del Barça, Joan Laporta. A través de un video publicado en la cuenta de Twitter de Plataforma por la Lengua, Laporta también reclama que Europa apruebe el catalán como lengua oficial.
«Estamos orgullosos de ser embajadores de Cataluña en todo el mundo en defensa de los valores de nuestro país. Esfuerzo, respeto, ambición, honestidad, humildad, libertad, igualdad y solidaridad. También estamos especialmente comprometidos con la lengua catalana, la lengua del Barça y la de diez millones de europeos más. Es por eso que queremos que la lengua catalana acontezca la 25.ª lengua oficial de la UE«, explica Laporta el día antes de que el Parlamento Europeo se reúna en pleno para votar sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego. «Por favor, hacedlo por Europa y por los europeos«, concluye su mensaje.
Con esta campaña, Plataforma por la Lengua pretende poner presión a los dirigentes europeos para decantarse hacia el ‘sí’ en esta votación, a pesar de que a estas alturas varios países han expresado sus dudas ante esta cuestión. De hecho, Suecia y Finlandia han sido los dos países que han expresado más dudas hacia este tema. Los principales motivos que alegan son las dificultades económicas que supondría incorporar el catalán dentro de este saco de lenguas oficiales.
Un mensaje de seguridad
Esta misma mañana se ha reunido el responsable de la campaña sobre la oficialidad de la organización, Pol Cruz, con la delegación española en la capital europea para abordar la cuestión que se someterá en debate, si todo va según el previsto, en las próximas 24 horas: “Hemos explicado que somos una comunidad de diez millones de hablantes y que no hay ningún impedimento en ninguna normativa europea que impida que una lengua acontezca oficial sin que sea mencionada a los tratados”, comenta, añadiendo que «coincidimos que los argumentos de tipos económicos son débiles, porque son los mismos que se pueden aplicar a otras lenguas europeas, y esto es el que también hemos trasladado a otras representaciones europeas”.