La consejera de Salud, Olga Pané, minimizó las quejas por discriminación lingüística en el ámbito sanitario y en una conferencia en el Nueva Economía Fórum destacó que estas representan un 0,5% del total de quejas que recibe el sistema. Lo dijo a instancias de una pregunta que le formuló Plataforma per la Llengua, que preguntó a la consejera si considera que casos como el de Can Ruti o la Dexeus son discriminaciones lingüísticas.

«Primero quiero situar la magnitud del problema», comenzó respondiendo Pané, y detalló que en Cataluña «vienen muchos médicos de Latinoamérica por el hecho de que aquí también hablamos castellano y creen que la integración será más sencilla para ellos». A continuación, explicó que «el volumen de quejas lingüísticas que recibimos es un 0,5% del total de quejas que recibimos en el sistema» y, en este sentido, agregó que «la mayoría son por el catalán, pero también recibimos quejas porque no los han querido atender en castellano, aranés y francés porque recuerden que tenemos el transfronterizo, que gestionamos nosotros, y nos visitan ciudadanos de Francia».

Con todo, Pané manifestó que el Departamento ha aplicado una serie de iniciativas que «son difícilmente superables en ninguna otra comunidad que tenga otra lengua». Y», efectivamente, de vez en cuando, hay alguna queja, pero el Servei Català de la Salut hace 140 millones de contactos con los pacientes», remarcó, pidiendo situar «las cosas en su proporción». Asimismo, admitió que el consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, que estaba presente en el acto, «es un corconet porque no para con el tema» y «insiste todo el día porque él sabe la relevancia que tiene Salud como transmisor de la lengua».

Pané y el «esfuerzo extraordinario»

En este sentido, Pané subrayó que el Departamento ha hecho un «esfuerzo extraordinario» y reconoció el trabajo del exconsejero Manel Balcells con una serie de medidas que él diseñó y que le ha tocado «implantar» al actual Gobierno. En este sentido, ha mencionado que cada hospital tiene un referente de lengua y también deben presentar un programa para cómo «solucionar un problema idiomático porque la gente tiene derecho a ser atendida en la lengua oficial que quiera». Por otro lado, apuntó que han puesto en marcha el programa Prescriu-te el català, donde los profesionales pueden acceder a cursos para poder mejorar sus competencias, han puesto en marcha parejas lingüísticas y han incorporado a la carta de derechos y deberes el derecho a ser atendido en la lengua que prefiere el paciente.

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