Los impulsores de Plantem cara per la Llengua, candidatura alternativa que lideraba el político valenciano de ERC Agustí Cerdà y que se quedó fuera de carrera de las elecciones para renovar la junta de Plataforma per la Llengua después de que la comisión electoral la tumbara, han denunciado falta de democracia en la ONG del catalán y han anunciado que no participarán en la Asamblea General Ordinaria que se celebra hoy en el Ateneo Barcelonès. «Hemos decidido no participar en un proceso viciado desde su inicio», han anunciado en un breve comunicado, y han instado a la actual ejecutiva a abrir un proceso de mediación para «democratizar la entidad».
El anuncio se produce una semana después de que este colectivo anunciara una demanda en los juzgados contra la ONG del catalán, entidad presidida desde hace más de dos décadas por Òscar Escuder, para impugnar la convocatoria de las elecciones y contra la no aceptación de la candidatura. “El funcionamiento electoral que se pone en marcha con la convocatoria y que acaba no validando esta lista es la interpretación menos democrática posible salvo que interpretemos que el sistema de Corea del Norte es democrático”, defendió el abogado Àlex Solà, que asesora los pasos a seguir de la lista.
Los impulsores y miembros de la candidatura alternativa detallan en un comunicado que la voluntad de su candidatura ha sido «impulsar un proceso democrático tranquilo, nítido y transparente, evitando ningún tipo de crispación interna» con el objetivo de «mejorar el funcionamiento de una organización tan importante» como Plataforma per la Llengua. Así mismo, recuerdan que plantearon una candidatura de consenso que fue rechazada por la candidatura oficialista de Òscar Escuder, que dirige la entidad desde hace dos décadas.

Conversaciones entre Cerdà y Escuder sin ningún resultado
Así mismo, los impulsores de la candidatura alternativa exponen que Cerdà y Escuder han mantenido «varias conversaciones», también ha habido conversaciones entre terceros, sin ningún tipo de resultado. «Estas no dieron ningún resultado favorable a la apertura de las posibilidades de participación», y, por eso, han decidido instar formalmente a la Ejecutiva de Plataforma por la Lengua a «comenzar un proceso de mediación para resolver el conflicto existente» con la voluntad de «democratizar la entidad».
Cerdà y sus colaboradores consideran que Plataforma per la Llengua tiene que ser una «entidad a la altura de su papel estratégico clave para el futuro de la lengua y el país” y, en este sentido, anuncian que velaran para que “su futuro esté regido por los principios de la democracia interna, sin miedo a la diversidad de opiniones y sin sectarismos».