La Fiscalía de Barcelona ya tiene nueva jefa. Se trata de la fiscal Neus Pujal. Una respetada y veterana togada del ministerio público que ha sido apadrinada por un verdadero tótem de la fiscalía en Cataluña, Carlos Jiménez Villarejo, y por la fiscal Esmeralda Castillo. La ceremonia de la toma de posesión se ha celebrado este martes a mediodía en la capilla del Palacio de Justicia de Barcelona, y ha sido presidida por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Pujal ha pronunciado un discurso en el que ha enumerado varios retos técnicos y humanos de la fiscalía. Sobre todo, ha pedido humanizar la justicia, la protección de los vulnerables «rigor» y «seguridad jurídica» y garantizar la «confianza institucional». Un discurso bastante progresista.

También ha querido dejar claro el papel del ministerio público de absoluta «neutralidad» y ha sentenciado que el «procedimiento no es un fin en sí mismo». Es decir, ha querido marcar con más claridad los márgenes de sus funciones y en la humanización de la justicia. De hecho, ha afirmado que, cuando alguien vulnera la ley, detrás hay un «conflicto social». «Donde hay justicia, hay paz», ha remachado. Pujal ha pronunciado su discurso en castellano, y en última instancia en catalán, cuando se ha dirigido a la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, a la cual ha agradecido la «sensibilidad» en sus demandas y le ha ampliado más la petición de más recursos técnicos, humanos y digitales.
Un discurso profesional
Pujal no ha querido enredarse en cuestiones políticas. En este contexto, y rodeada de la flor y nata de la judicatura y de los jefes de los cuerpos policiales de Cataluña, ha apostado por mantener la «confianza institucional» y construir una acción en los «valores y principios democráticos», el humanitarismo en la ley, y la seguridad jurídica, en el sentido de unificar la doctrina de la actuación del ministerio público. Así mismo, ha hecho valer el trabajo de la Fiscalía de Barcelona y su capacidad de innovación con fiscalías especializadas.
También ha agradecido las relaciones con los diferentes cuerpos de seguridad del Estado, a quien ha recordado su papel en el mantenimiento del orden público y como policía judicial. De hecho, ha aprovechado el discurso para reclamar la aplicación del punto de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que otorga al ministerio público la dirección de la instrucción –es decir, la investigación– de los casos. Una de sus reclamaciones más importantes ha sido la de ampliar los medios humanos y reforzar técnicamente las fiscalías adscritas a la Fiscalía de Barcelona.
Entre los asistentes se contaban miembros de la Fiscalía de Barcelona, el fiscal jefe de Cataluña, Francesc Bañeres, el jefe de los Mossos d’Esquadra, el comisario Eduard Sallent, además de los representantes de las fiscalías especiales, del cuerpo de letrados de la administración de justicia y miembros del Colegio de Abogados.