Nueva protesta y concentración de los abogados de oficio. Este jueves un centenar de los letrados adscritos al turno de justicia gratuita han pedido reconocimiento en la plaza San Jaime, ante el Palau de la Generalitat de cara a las negociaciones que tienen abierta con el departamento de Justicia, en manos de la consejera Gemma Ubasart. De hecho, el próximo 20 de julio tienen una nueva reunión con la consellería para acabar de ensartar sus reivindicaciones. Se trata de la segunda concentración después de el 27 de abril que reunió unos trescientos letrados a la Ciudad de la Justicia. La plataforma convocante agrupa unos 750 miembros de la Abogacía.
Las reclamaciones, básicamente, son mejoras en los módulos de los servicios que prestan. Una de las denuncias es que tienen congeladas las tarifas por sus servicios desde el 2009. En concreto, la subida en estos años ha estado del 2,5% cuando la inflación acumulada ha estado del 38,5%. Los abogados han desplegado una pancarta con el lema «Somos turno de oficio, somos necesarios y exigimos una retribución justa» reclaman uno reconocemos justo y equitativo por su trabajo. «Los que os defienden, también comen» o «No somos esclavos» son algunas de las consignas que se han expresado en la concentración. Una de sus otras reivindicaciones es la conciliación familiar con su trabajo.

Una retribución de los abogados que es «un escándalo»
En el contexto de la manifestación, uno de los conceptos más remarcados es un «escándalo». Un término que identifica la baja retribución que perciben los abogados de oficio por sus servicios. Según la portavoz de la plataforma Mireia Pagès, parece que las negociaciones están bien encarriladas, pero todavía queda convencer a la Administración de la importancia de un servicio público como el letrado de oficio, que es la última defiende del ciudadano. Por otro lado, los Colegios profesionales de la Abogacía han mostrado su absoluto apoyo a las reivindicaciones del colectivo. En caso de que la Administración rechace las peticiones advierten que prepararán otras «medidas de presión».
Uno de los casos más habituales es la asistencia a detenidos o víctimas que llevan a cabo. Actuaciones que se pueden alargar una semana y que no están equilibradas con el volumen de trabajo que comport, por ejemplo, en casos de violencia machista, agresiones o abusos sexuales, o juicios rápidos de tráfico. De momento, la movilización continúa por collar la consellería de Justicia para mejorar sus condiciones económicas, laborales y de prestigio profesional.