Dos casos de abuso de profesores -uno sexual y el otro de autoridad– en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ponen el centro en alerta y obligan a replantear la manera de responder ante estas situaciones. En una rueda de prensa este viernes, la secretaria general y responsable de Políticas de Igualdad de la UAB, Esther Zapater, ha pedido reformas legales para que la institución pueda activar los protocolos adecuados más rápidamente y hacer el proceso «más ágil y eficiente».
Dos casos en una semana
La petición de Zapater llega después de que, en menos de una semana, hayan saltado dos casos de abuso por parte de docentes de la universidad. El primero, un catedrático de Física de la UAB que ha sido condenado judicialmente en un año y medio de prisión para abusar sexualmente de una estudiante de doctorado durante dos años. El centro ha suspendido el profesor esta semana, después de que se diera a conocer la sentencia condenatoria. El otro es lo caso de «abuso de autoridad» de un profesor de la Facultad de Filosofía y Letras que han denunciado varios alumnos –lo han acusado de acoso laboral, pero también sexual-, y que ya está suspendido de trabajo y sueldo.
Sobre este segundo acusado, la responsable de Políticas de Igualdad ha detallado que la denuncia empezó el marzo de 2022, después de recibir dos peticiones de activación de la Comisión Técnica Asesora (CTA) del Observatorio de Igualdad de la UAB. Al tratarse del mismo profesor, las peticiones se unifican y se abre un expediente disciplinario el septiembre del mismo año, el cual ha acabado el febrero de 2023 con 14 meses de suspensión del docente. Zapater ha detallado que la primera petición llega después de que varias doctorandas de la UAB se quejaran contra este profesor por «mala praxis en la tutorización de la tesis doctoral». En cambio, la segunda petición es por acoso y viene de una persona que había sido doctoranda de este hombre y que tenía relación.

La respuesta de la UAB
En el momento en que la universidad tuvo conocimiento de estas peticiones tomó dos medidas. Tal como ha detallado la decana de la Facultad de Filosofía y Letras y representante de Políticas de Igualdad de la Facultad, Margarita Freixas, la institución desdobló la asignatura que impartía este profesor y pidió que se incorporara otra profesora más para esta materia para «velar para que se hicieran buenas praxis docentes». Según las alumnas, este mismo docente «hacía un uso inadecuado de las redes sociales» y presentaron una queja al decanato con 80 firmas en que recogían las diferentes malas praxis de este docente. Por ejemplo, les prometía una mejor nota si asistían a determinadas conferencias.
Zapater ha explicado que, hasta que no se ha cerrado el expediente que se inició el septiembre del año pasado, no se ha podido apartar el profesor. Sobre la posibilidad que el protocolo haya fallado, la secretaria general ha afirmado que «siempre es posible revisar y ver qué si se podría haber hecho algo más ágil». Ha insistido en la existencia de unos plazos en los procesos administrativos y que «la separación o suspensión del profesor es solo una de las posibles medidas que se pueden tomar, pero que en un estadio muy inicial no se pueden tomar con la legalidad vigente» y que hay que hacer todo este proceso de investigación de los hechos, que culmina con la separación este febrero.
En relación con las declaraciones del consejero de Investigación y Universidades, Joaquim Nadal, en que ha apuntado que hay que ser más proactivos ante casos de presuntos abusos en las facultades, Zapater ha dicho que está de acuerdo, pero que por eso serían necesarios cambios legislativos. «En momentos iniciales del procedimiento no se pueden tomar estas medidas porque pueden suponer una vulneración de la presunción de inocencia, y hacerlo implicaría poner en riesgo cualquier actuación legal, podría implicar una nulidad de pleno derecho», ha recalcado.
Caso del catedrático condenado
En cuanto al catedrático de Física apartado después de que un juzgado lo haya condenado por abusar sexualmente de una doctoranda de quien tutorizaba la tesis, Zapater ha recordado que se le suspendió enseguida que se conoció la sentencia, pero que no se pudo hacer antes porque se abrió la vía penal ante la gravedad de los hechos. «Si hay indicios de delito, la obligación del ordenamiento es que dejamos en suspenso el procedimiento administrativo, y que hasta que no haya finalizado el recorrido penal, nosotros no podemos volver a abrir el expediente», ha explicado.
Conversas en WhatsApp
Uno de los representantes de las víctimas, Ermengol Gassiot, del sindicato CGT, ha declarado posteriormente que disponen de pruebas de conversas de WhatsApp y pantallazo de redes sociales del profesor de Filosofía y Letras y de otro docente en que se puede ver un «abuso sexual» hacia al menos siete alumnos del grado de Filología Hispánica de la UAB.
Desde la institución, que han confirmado que han visto estas evidencias, los han comunicado que «la respuesta tiene que ser personal» y que tienen que ser las mismas estudiantes las que denuncien esta situación dando su nombre y apellidos. Esto, pero, no ha pasado y, finalmente, el abuso de este profesor de Filosofía y Letras se ha sabido gracias a la denuncia de las doctorandas.