El Gobierno ha prohibido el uso de los móviles en el interior de las escuelas, tanto de las aulas como la hora del patio o en el comedor -las horas no lectivas de la jornada escolar-, este martes. Se trata de una de las grandes reclamaciones de la comunidad educativa a raíz del debate que impulsaron algunas familias el pasado 2023. A raíz del anuncio, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Escuelas Libres de Cataluña (Fapel) se ha mostrado muy satisfecha de la nueva normativa que entrará en vigor a partir del próximo mes de septiembre, es decir, el inicio del nuevo curso escolar, y que prohibirá el uso de los teléfonos móviles en los centros de educación infantil y primaria.
La entidad ha recordado que esta ha sido una de las principales de «toda la comunidad educativa» durante un buen tiempo, pero lamentan que la normativa aprobada este martes solo haga referencia en los centros de infantil y primaria y no a los de secundaria, puesto que aseguran que era uno de los puntos fundamentales de su reclamación. Ahora bien, la nueva regulación sí que menciona a la ESO, a pesar de que no prohíbe el uso totalmente. En cambio, el sindicato mayoritario de educación USTEC considera que es adecuado restringir el uso a secundaria, pero no prohibirlo. Según ha explicado la portavoz nacional del sindicato, Iolanda Segura, la regulación en secundaria abre la puerta a «educar en la utilización del móvil para finalidades prácticas más allá del ocio dentro de un marco pedagógico».
Por su parte, la plataforma Adolescencia Libre de Móviles considera que habría que extender la «regulación total» del uso de los móviles a la primaria e infantil a la secundaria. «La normativa propuesta regula el uso, pero no el acceso. Actualmente, creemos que los riesgos son muchos más que las ventajas», indica la entidad en un comunicado difundido en las redes sociales. A parecer del colectivo, usar el móvil para actividades lectivas «no ayuda al cambio de conciencia en la normalización» que se ha hecho del uso de estos aparatos en etapas preadolescentes.

El papel de las familias
Desde la Fapel también han celebrado que el Departamento de Educación, liderado por la consejera Anna Simó, admita «por fin» el papel «capital» de las familias para educar sobre el uso que tienen que hacer los niños de los móviles. En este sentido, la entidad subraya que las familias son «las responsables primeras y principales» de la educación de los hijos y recae en ellas la decisión de gestionar los aparatos. La entidad también se han mostrado a favor de que el departamento deposite en los centros de secundaria la autonomía sobre como aplicar la nueva regulación, puesto que consideran que son el agente indicado para valorar como interfiere el uso de los móviles entre el alumnado. Ahora bien, la asociación de familias critica que la consejería no aplique el mismo funcionamiento en otras cuestiones de la educación, como por ejemplo la organización escolar.