El Saló de l’Ensenyament ha cerrado las puertas después de tres días dedicados a orientar al alumnado de la ESO y el Bachillerato y ofrecerles alternativas para su futuro. La existencia de este salón ya evidencia la importancia de la orientación y los expertos coinciden en que es un ámbito clave para luchar contra el abandono y el fracaso escolar. El problema es que en el día a día muchos alumnos no reciben este acompañamiento y con una cita anual en el Saló de l’Ensenyament no hay bastante. Así lo denuncia Jesús Martín, coordinador a la UGT del ámbito de formación profesional, uno de los que más sufren esta falta de orientación. 

Martín subraya la importancia de este salón y de las ferias locales que tienen el mismo objetivo porque sirven por orientar al alumnado de más de 15 años y mostrarlos las opciones que tienen. El problema, según denuncia, es que “solo esto es insuficiente”. “La orientación se tiene que hacer durante toda la ESO para poner énfasis en las habilidades y competencias de cada alumno y ayudarlo a hacer una reflexión profunda”, asegura. Para hacerlo, señala, el sistema necesita 400 orientadores más en la FP y 200 en el resto de los estudios

El coordinador de FP de la UGT avisa que Cataluña encabeza el abandono escolar prematuro en la Unión Europea y que cada año la cifra empeora, por lo cual entiende que hacen falta “medidas urgentes”. “Uno de los grandes motivos de este dato tan preocupante es la carencia de orientación educativa”, explica antes de advertir que el país no se puede desentender del abandono escolar como lo está haciendo. “No es un fracaso atribuible a la persona, sino al sistema. Por eso no se puede culpar el alumno si no se le ofrecen las herramientas necesarias, se tiene que culpar el sistema que lo desatiende”, espeta.  

Alumnos de un ciclo de Formación Profesional en unas prácticas / Departamento de Educación
A la Formación Profesional hay un grave problema de carencia de orientadores / Departamento de Educación

Ahogados en casos individuales

La psicopedagoga Sylvie Pérez trabaja en los denominados equipos de asesoramiento psicopedagógico, de forma que vive el día a día de la carencia de orientación en los centros. “Las ratios con que trabajamos son muy altas porque hay carencia de orientadores y se tienen que atender muchos alumnos”, explica. Pérez señala que, más que para atender individualmente cada caso, faltan orientadores para llevar a cabo transformaciones de los centros que incidan en los problemas colectivos del alumnado. Advierte que ahora están ahogados en los casos individuales de los alumnos con problemas y trastornos mentales, cuando el abordaje tendría que ser colectivo

Insiste en la idea de que si no hay bastantes recursos para los orientadores educativos solo se atiende a los alumnos con trastornos mentales y el resto no reciben ningún tipo de orientación de cara a su futuro. “Hay que atender no solo las individualidades, que también, sino dar respuesta de manera colectiva a las necesidades del alumnado”, razona. 

Pérez lamenta que el mínimo de orientadores en los centros que marca el Departamento de Educación es “muy bajo” para dar respuesta a todo el colectivo de alumnos y que, como hay pocos profesionales, se ahogan en los casos individuales y otros problemas pasan desapercibidos. Esto está relacionado con el fracaso escolar y se agravia con el hecho de que también faltan profesores, puesto que la orientación “tiene que recaer en todo el claustro”. 

Por su parte, el experto en pedagogía Jordi Perales explica los cambios de la orientación educativa que se han producido en los últimos años: “Ahora se aproxima más a un trabajo de orientación, que tiene muchísima importancia, y no tanto a la diagnosis de trastornos del aprendizaje”. Argumenta que el alumnado que llega a tercero o cuarto de ESO ya lleva al menos doce años en el sistema, por lo cual tendría que haber recibido algún tipo de orientación sobre sus habilidades y aptitudes de cara al futuro. “Las tutorías y las indicaciones del orientador son muy importantes”, insiste. 

Alumnos entrante en la escuela / EP
Alumnos entrante en la escuela / EP

La autonomía de los centros en cuanto a las plantillas, un problema

Perales sitúa parte del problema en el autonomía de los centros en cuanto a la confección de las plantillas. Son las direcciones quién, después de recibir una propuesta inicial del Departamento durante el mes de abril, determinan cuántos profesionales de cada ámbito necesitan. Por lo tanto, el hecho de tener un número u otro de orientadores en el centro para ayudar los alumnos depende de la importancia que le dé cada dirección. “El Departamento te dice que tienes la posibilidad de tener, por ejemplo, tres orientadores. Ahora bien, la dirección puede considerar que con dos ya tiene suficiente y destinar la tercera plaza a otra especialidad”, explica. 

Así, si la dirección mujer importancia a la orientación, un centro con 800 alumnos puede tener cuatro orientadores, mientras que otro donde no se hace esta apuesta puede funcionar solo con dos orientadores para el mismo número de alumnos. “Esto es un problema porque los centros pueden ningunear los orientadores y el Departamento no intervendrá para garantizar que basta”, razona. 

En este sentido, Perales cree que se tendrían que garantizar unos mínimos porque no sean las direcciones quienes decidan si hay suficientes orientadores o no. “Es un problema, porque con esta carencia de profesionales los pocos que hay se tienen que encargar solo de casos individuales de alumnos con dificultades”, insiste. Además, avisa, hay otros centros que “ponen los orientadores a hacer funciones que no los corresponden” como por ejemplo hacer refuerzos o desdoblamientos. 

Factores del fracaso escolar

El experto avisa que la carencia de orientación educativa propicia que en determinados estudios haya una tasa alta de abandono, puesto que “una vez empiezan se ve claro que madurativament no estaban preparados para este nivel”. Esto puede relacionarse con el fracaso escolar, apunta, especialmente en la etapa postobligatoria. 

Además de los problemas de orientación, los expertos también alertan que las opciones de elige de los estudiantes muchas veces no se ajustan al que el alumno quiere por una cuestión de proximidad y por la falta de transportes y movilidad intraterritorial. Estas pocas posibilidades de elige los conducen, junto con la carencia de orientación, al fracaso escolar. 

Más noticias

Nuevo comentario

Comparte

Icona de pantalla completa