Los usuarios de Cercanías del Campo de Tarragona y de las Terres de l’Ebre se preparan para medio año de alteraciones en el servicio de trenes. Los próximos seis meses estarán marcados por el corte entre la capital del Tarragonès y Sant Vicenç de Calders, tramo que está afectado por las obras en el túnel de Roda de Berà, que se adaptará para que puedan pasar los trenes de mercancía del corredor del Mediterráneo. El corte, que comienza el martes 1 de octubre, afecta a las líneas R14, R15, R16, R17 y RT2. Renfe prepara un servicio de buses alternativo con 30.500 plazas diarias y activará de nuevo la frecuencia diaria del Avant Tortosa-Barcelona, ​​con salida a las 06:35 horas de la mañana y regreso –salida de Barcelona– a las 18:30 horas.

Renfe planea poner en marcha una flota de 87 autobuses, que cubrirán el tramo afectado con 600 trayectos diarios. En el caso de los viajeros que inicien su recorrido en Tortosa (R16) y Port Aventura (R17) podrán llegar a Tarragona, pero en este punto tendrán que bajar y tomar el bus lanzadera si quieren continuar hacia Barcelona. Estos buses unirán Tarragona y San Vicenç de Calders, el inicio de las líneas afectadas en los próximos meses. La operadora ha habilitado estaciones de buses en Hospitalet de l’Infant, pero los vehículos también se podrán coger en Cambrils, Salou, Vila-seca, Tarragona, Altafulla o Torredembarra.

Las líneas R14 y R15 tendrán menos afectaciones, aunque el tiempo de trayecto se amplía en ambos casos. En el caso del R14, que agrupa a los trenes que salen de Lleida, que unifican su recorrido con el R13 –línea que en su recorrido hacia Barcelona pasa por Valls sin desviarse a Tarragona–. En el caso del R15, que conecta Barcelona y Reus, los trenes evitarán el tramo afectado y se desviarán por la Cataluña interior. No será necesario tomar ningún bus, pero el tiempo del viaje se ampliará unos 15 minutos.

Primeros problemas

El Ministerio de Transportes admite que «es el mayor corte que hemos hecho nunca» y remarca que «ajustarán» todos los problemas que surjan una vez el servicio alternativo esté activo. En una entrevista en la Agencia Catalana de Noticias, el secretario de estado de Transportes, José Antonio Santano, apunta que el servicio programado será «suficiente» para cubrir la demanda. Insiste en que Renfe ha hecho un esfuerzo «enorme», pero remarca que «si en el funcionamiento vemos que debemos hacer ajustes, ya se lo dijimos el pasado 6 de septiembre a los alcaldes, estamos dispuestos a hacerlo. Cuando se arranca un plan de transporte no sabes cómo será acogido: el bus no es el tren». Unas declaraciones que llegan tras la desazón expuesta por los alcaldes del Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre, que hace tiempo denuncian las deficiencias del servicio en la zona.

En esta misma línea se ha pronunciado el director de Cercanías, Antonio Carmona, esta mañana en RAC1, insistiendo en que es un plan trabajado con los alcaldes y las plataformas de la zona. En esta entrevista, Carmona también ha quitado hierro a los primeros problemas que ya se han podido ver. Renfe ha sacado a la venta los billetes extra que cubrirán a diario el trayecto Tortosa-Barcelona con Avant. Un problema «puntual», ha dicho Carmona, quien también ha aclarado que se ha enviado un tren vacío a Tortosa a primera hora para corregir el problema.

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