La Sectorial de la Gente mayor de la Asamblea Nacional Catalana se ha posicionado este viernes en contra del proyecto de la lista cívica. Al día siguiente que saliera a la luz la batalla entre exdirigents que ha provocado la iniciativa del actual Secretariado Nacional, este colectivo ha emitido un comunicado para público su rechazo a «impulsar la lista cívica después duna consulta a los socios de la sectorial. En un comunicado, remarcan que «la respuesta ha estado mayoritariamente contraria a la organización de esta nueva opción electoral».
La sectorial señala que los argumentos esgrimidos por los socios son «la pérdida de los valores fundacionales de la entidad» y, en este sentido, apuntan que si la entidad independentista concurre a las elecciones dejará de ser «una entidad inclusiva a todas las sensibilidades independentistas». «Entrar al sistema de partidos es malversar todo el que hemos hecho y hemos estado«, sentencia, y recuerda que el papel de la organización es intentar construir «una candidatura unitaria de país».
«La estrategia de enfrentamiento con los partidos políticos con una cuarta o quinta lista independentista es la antítesis del que tendría que ser la Asamblea», expone, y alerta de la «paradoja» que la organización, «la herramienta que nació para unificar el movimiento independentista, pueda acabar aconteciendo «un elemento más de división entre todos los independentistas». «Por todas estas razones instamos a votar ‘no'», concluye.

«La fuerza de la gente», clave del éxito
Así mismo, consideran que la clave del éxito de la Asamblea es «la fuerza de la gente» y su «capacidad de organización y movilización», y remarcan que el ámbito natural de la organización es estar «fuera de las instituciones tal como dicen nuestros estatutos», que, además, consideran «tergiversados». Finalmente, recuerdan que el ANC siempre se ha caracterizado para promover la «unidad de la ciudadanía, las instituciones y las entidades sociales, consensuando objetivos comunes».
Es por todo esto que consideran que la ANC tiene que continuar siendo una organización «fuerte, diversa y plural, que haga de la transversalidad una de sus principales señales de identidad», y que sea capaz de establecer «las máximas complicidades con todas las personas y las entidades sociales implicadas en la lucha por la independencia».