El ultimátum de Carles Puigdemont al PSOE ya ha dejado las primeras reacciones. Después de que el presidente en el exilio y líder de Junts per Catalunya haya pedido este lunes a  Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza, el presidente español ha dejado claro que esta no es una opción que esté en estos momentos sobre la mesa. Fuentes de la Moncloa recogidas por la ACN expresan «calma» ante esta petición y subrayan que es «una prerrogativa del presidente» y que «no hay intención ni necesidad» de proceder en este sentido.

Las mismas voces indican que el ejecutivo español «continuará trabajando como lo hace siempre con los grupos parlamentarios para sacar adelante medidas que beneficien al conjunto de la población». «Hemos hecho esto durante el último año y los resultados están ahí: somos el motor económico de Europa, tenemos más personas trabajando que nunca y se ha reducido la desigualdad. Este es el camino y por aquí continuaremos», concluyen.

Más contundente se ha mostrado al respecto la portavoz del PSC, Lluïsa Moret, que en una rueda de prensa desde la sede del partido ha asegurado que la cuestión de confianza planteada por Puigdemont es «un error» e implica «inestabilidad, retroceso e incertidumbres». «Junts y Carles Puigdemont se vuelven a equivocar», ha remarcado Moret, que considera que sí se está avanzando en los pactos acordados de manera «progresiva». La portavoz socialista cree que esta no es una propuesta «adecuada en ningún caso», pero «aún menos ahora», un momento en el cual la ciudadanía demanda «estabilidad, prosperidad y una política constructiva y útil».

Críticas por un movimiento que «juega a favor de la extrema derecha»

Por su parte, desde los Comuns también han rechazado la propuesta de Junts alertando de la importancia de no «jugar a favor de la extrema derecha». Así lo ha señalado la portavoz de Catalunya en Comú y diputada en el Congreso, Aina Vidal, que en rueda de prensa ha pedido no utilizar el momento actual para hacer «electoralismo» y ha criticado que se cuestione la necesidad de continuar con un gobierno progresista al frente del Estado. «¿Qué pasaría si tuviéramos un gobierno de PP y Vox? El avance en términos nacionales y en nuevas competencias sería inviable. Es importante que podamos seguir en el diálogo sereno y tranquilo», ha insistido Vidal.

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