Impulsem Penedès, el partido que fue en coalición con Junts a las municipales del 28-M, ha salido al paso de las críticas recibidas después de que sus dos diputados entraran en el gobierno del PSC en la Diputación de Barcelona. Los dos diputados díscolos –el alcalde de Igualada, Marc Castells, y el de Torrelles de Foix y también presidente de la formación, Sergi Vallès– se desmarcaron de la postura oficial de Junts de no investir a la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, la socialista Lluïsa Moret, como presidenta de la Diputación. “No nos llamamos Impulsamos Bruselas”, ha espetado la secretaria de organización, Sònia Poch, en un artículo de opinión recogido por la ACN. “No somos tránsfugas ni nada que se le asemeje, puesto que no tenemos carné de Junts”.
“Si el objetivo de Impulsem hubiera sido acatar con los ojos cerrados las órdenes de Bruselas, sin sopesar los daños colaterales que tendríamos en el Penedès, el partido se habría llamado Impulsamos Bruselas”, insiste Poch. Cuando se firmó el acuerdo con Junts, Impulsem Penedès ya dejó muy claro que pactaría con cualquier partido que estuviera dispuesto a llevar inversiones en el territorio. Mientras Junts y ERC negociaban un pacto alternativo, los socialistas se apresuraron a prometer «inversiones estratégicas» para las comarcas del Alt Penedès, Anoia y Garraf. “Mejor es esto y tener un Penedès fuerte y próspero, que no por autocrítica y perder después de darlo todo a un partido que se ha olvidado del Penedès”, defiende el partido.

El fantasma de un acuerdo PSC-Comunes con la colaboración del PP como actor necesario para repetir la operación Collboni del Ayuntamiento de Barcelona hizo el resto. La formación recuerda que siempre han reivindicado la entidad propia del partido y que la entrada en el gobierno de la Diputación de Barcelona será buena para el Penedès. “Nos rebelaremos siempre ante lo que suponga un perjuicio para el territorio”, afirma Poch. “Hacer una coalición para concurrir a unas elecciones no tiene que llevar contrapartidas oscuras”. Impulsem Penedès, como hacía Junts ahora hace cuatro años, apuesta por alejar las diputaciones de las lógicas de la política nacional, que “muchas veces está a años luz de los municipios”.