El veto al tabaco al aire libre ha quedado en papel mojado. El Parlamento Europeo ha rechazado la propuesta de la Comisión Europea que pretendía prohibir tanto los cigarrillos normales como los electrónicos en espacios como las terrazas de bares y restaurantes. La propuesta ha obtenido finalmente 378 votos en contra, 152 a favor y 26 abstenciones. Los encargados de bloquear esta recomendación a los estados miembros han sido los Socialistas y Demócratas (S&D) y los Verdes, que han votado en contra después de que el ala derecha del hemiciclo introdujese una serie de modificaciones en el texto que lo convertían prácticamente en solo una declaración de intenciones.
Las enmiendas propuestas por el Partido Popular Europeo (PPE) y la ultraderecha de Conservadores y Reformistas (ECR) tenían por objetivo suavizar las recomendaciones, rebajando su ambición y la capacidad de los estados de aterrizarlas con políticas concretas. Tanto el PPE como los liberales de Renew han votado mayoritariamente a favor, de la misma manera que la Izquierda.
«El Parlamento Europeo ha fracasado hoy en su intento de proteger a niños y jóvenes, porque una coalición del PPE y los grupos de extrema derecha han bloqueado recomendaciones críticas para ampliar las prohibiciones públicas contra los daños de los cigarrillos electrónicos. Como resultado, el S&D se ha visto obligado a votar en contra de una resolución suavizada para preservar la integridad de las políticas antitabaco», han señalado los socialdemócratas en un duro comunicado recogido por la ACN donde justificaban su posición respecto a la votación.
Falta de competencias para aplicar las alertas de la OMS
Es importante recordar que la Comisión Europea pidió el pasado septiembre prohibir fumar tabaco y utilizar cigarrillos electrónicos en espacios al aire libre como las terrazas de bares y restaurantes para «proteger» a la ciudadanía -y en particular al colectivo de jóvenes y niños– de los efectos nocivos de estos. En concreto, la propuesta recomendaba ampliar las áreas libres de humo a todos aquellos espacios donde hay una «alta probabilidad» de que se concentren niños, como parques públicos, parques de atracciones y piscinas, zonas conectadas a centros de salud y de educación, edificios públicos, establecimientos de servicios y estaciones.
Se da la circunstancia de que la CE no tiene competencias directas para regular en la materia, por lo que dejó la propuesta en manos de la Eurocámara con un anuncio de ayudas de 96 millones de euros para promover la medida. Es importante remarcar que el posicionamiento de la CE se basa en los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que relacionan esta práctica con un desarrollo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares «significativas», alertando sobre todo de su uso en aumento entre los más jóvenes.