La ampliación del aeropuerto de Barcelona, anunciada este martes por Salvador Illa, ha abierto una nueva grieta entre el ejecutivo del PSC y los partidos de la oposición. La intención de los socialistas de llevar adelante el proyecto sin pasar por el Parlamento de Cataluña ha puesto en pie de guerra a Junts y los socios de investidura de Illa, ERC y los Comunes. No obstante, desde el Gobierno de la Generalitat manifiestan estar «tranquilos» y creen que la decisión sobre El Prat no tendrá consecuencias en otros ámbitos políticos ni supondrá un freno para llevar adelante la legislatura. Recientemente, Illa ha aprobado el tercer suplemento de crédito con los votos a favor de republicanos y ecosocialistas.
Tanto Junts per Catalunya como ERC han centrado sus críticas en la gobernanza del aeropuerto. Para la portavoz de Junts Mònica Sales, la propuesta de Illa se ejecutará de manera unilateral y sin consenso. Y defiende el «traspaso integral» de la gestión de la infraestructura, ahora en manos de Aena. Pero las demandas del partido de Carles Puigdemont difícilmente llegarán a buen puerto. Junts exigirá también una comparecencia de Illa en el Parlamento.

ERC reclama arrebatar la gestión de manos de Aena
En términos similares se ha expresado la secretaria general de ERC Elisenda Alamany, para quien hace falta «más ambición nacional» y arrebatar la gestión de El Prat de manos de Aena. Los republicanos ya han dicho que estarán presentes en las manifestaciones que se organizarán en contra del proyecto y han advertido a Illa -que gobierna en solitario- que «cada vez que haya una tentación por retroceder en la defensa de los intereses de los catalanes se le complicará más la legislatura», ha valorado Alamany.
Como Junts, la CUP quiere que Illa comparezca ante la cámara catalana para dar explicaciones. El diputado Dani Cornellà ha acusado al presidente de la Generalitat de «negacionismo climático», unas políticas que, a su parecer, son «equiparables a los partidos de extrema derecha». Para la formación independentista, los Comunes y ERC deben posicionarse claramente en contra de la ampliación y opina que el hecho de que el proyecto no pase por el Parlamento no puede ser una excusa para «continuar sosteniendo al Gobierno».

La ampliación no será una línea roja para negociar los presupuestos
Los Comunes han gesticulado en contra de la ampliación. «Es una muy mala noticia», ha subrayado el portavoz David Cid. El partido ecosocialista ve la propuesta como «caduca y puramente económica» y busca maquillar el proyecto anterior. De todas maneras, las intenciones de Illa con El Prat no serán una línea roja para los Comunes para negociar los presupuestos del próximo año. Los Comunes confían en que la Comisión Europea rechazará la ampliación.