El presidente de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras, ha reivindicado una vez más un referéndum para el pueblo catalán, pero esta vez centrando su defensa en el modelo de autodeterminación que obtuvo Montenegro en 2006. En la intervención que ha hecho en el Congreso del Sinn Féin, en Irlanda, Junqueras ha dicho que su partido se mira «con mucho de interés» las condiciones que puso la Unión Europea (UE) al referéndum montenegrino, que obtuvo una participación y mayorías cualificadas para poder reconocer la independencia, en caso de que la consulta resultas favorable. «Si es posible por Irlanda, el Quebec y Montenegro, también lo tiene que ser por Cataluña, Euskal Herria y todos los pueblos del mundo», ha aseverado el presidente de la formación republicana.
En este congreso también ha participado el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, quien ha hecho un llamamiento a poder resolver todos los conflictos políticos a través de las urnas y que, de este modo, se pueda liberar a todas las naciones sin estado desde el ejercicio de la democracia. Estas declaraciones llegan en un momento donde el independentismo encara una nueva recta para conseguir la autodeterminación después de cerrar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Desde Barcelona, la portavoz republicana, Raquel Sans, ha asegurado que solo con la amnistía, la cual han pactado con los socialistas, no se puede conseguir «nada», por lo cual es importante mirar más allá y luchar por el referéndum, puesto que es la única manera, según considera, de resolver el conflicto político.

Avalancha de protestas a Madrid
En referencia a la avalancha de protestas en la sede del PSOE a Madrid contrarias a la amnistía, la portavoz republicana asegura que son «totalmente antidemocráticas» y ha querido trasladar su apoyo al partido socialista. En referencia al movimiento ultra que se reúne ante Ferraz desde hace una semana, Sans ha dicho que le preocupa «ver como se vulnera la ley de memoria democrática constantemente con estas referencias al franquismo y con esta voluntad antidemocrática de frenar avances».