El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha reaparecido, esta vez desde Waterloo, donde ha vivido el exilio los últimos años por la persecución española. A través de una piada en Twitter, ahora conocido como X, ha señalado que es a Waterloo «después de unos días extremadamente difíciles» y ha pedido «analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de la operación que hizo posible el que ocurrió ayer».
El presidente en el exilio ha querido destacar la voluntad que siempre ha mostrado: «Ya dije que no he tenido nunca la voluntad de entregarme voluntariamente ni de facilitar mi detención», Puigdemont asegura que le parece «inaceptable» que sufra una persecución «por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de amnistía».
Hoy soy a Waterloo después d’unos días extremadamente difíciles. Hay que analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de l’operación que hizo posible el que ocurrió ayer. Y lo haré. Pero son miles de kilómetros en muy pocos días y muchas jornadas d’una…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@krls) Augusto 9, 2024
Señala a ERC
Los grandes señalados del retorno y la posterior fuga de Puigdemont han sido los Mossos d’Esquadra y Esquerra Republicana de Cataluña. Puigdemont ha cargado contra la comparecencia de Eduard Sallent y Joan Ignasi Elena, la cual ha calificado de ser de las «más deplorables que recuerdo». El presidente, de nuevo en el exilio, ha querido denunciar una «caza de brujas que se ha desatado contra algunas personas concretas, simplemente porque las han visto a mi lado en momentos determinados, sea protagonizada desde ámbitos políticos que se llenan la boca de lucha antirrepresiva». Un hecho por el cual ha atacado directamente a los responsables, puesto que «la oleada represora que ha desatado el consejero Elena y el comisario en ninguno de los Mossos es digna de Marlaska o de Zoido».
El presidente Puigdemont ha querido mostrar su solidaridad hacia los Mossos: «Me sabe mucho de grave por las personas que están recibiendo la ira de unos responsables políticos y policiales que saben que no han estado nada en la altura del momento. La reciben porque el consejero y el comisario en ninguno han tenido una pataleta al ver que el espantoso, incomprensible y a veces delirante dispositivo policial no lo ha entendido nadie y solo ha servido para molestar los ciudadanos. Y para gastar inútilmente dinero público, que harían más servicio combatiendo la delincuencia y el crimen organizado, que no persiguiendo políticos que no tienen ni una sola condena y castigando agentes de los Mossos d’Esquadra por su compromiso cívico, y no para que hayan cometido ningún delito».

El MHP Puigdemont, pero, ha querido destacar el buen hacer de los Mossos, defendiéndolos públicamente y lamentado la situación a la cual han avocado el cuerpo policial catalán. «La degradación a que los comparecientes de la rueda de prensa de hoy han arrastrado el cuerpo de Mossos d’Esquadra será muy difícil de revertir. La vía hacia su españolización (principalmente en el sentido de modelo policial) empezó con un tripartito y culminará con un gobierno que el mismo tripartito ha hecho posible. Y una consideración final», pero ha acabado con un nuevo coscorrón contra Eduard Sallent y Joan Ignasi Elena, de quien ha dicho que «si el consejero Elena y el departamento de Interior hubieran cumplido con la ley y me hubieran dado el escolta que me corresponde, habrían sabido en todo momento qué era mi recorrido por Barcelona y por Cataluña. No los habría hecho falta la delirante operación de ayer, que formará parte por siempre jamás más de su biografía pública. Y no como un mérito precisamente».