Bloqueo, al menos de momento, en la votación al Secretariado Nacional de la ANC para escoger nueva presidencia. Como avanzaba ayer El Món, se ha presentado un candidato inesperado que aspiraba a romper a los bloques de la entidad, la división entre los defensores de la lista cívica y los que se oponen. El candidato sorpresa, el joven Josep Punga, de familia subsahariana, no ha conseguido derrotar Lluís Llach, que ha obtenido 43 votos contra sus 27 –más una abstención–, pero le está haciendo tropezar. Para salir elegido, necesita dos tercios de los votos, 48 de los 72 totales. Por esta razón, el pleno de constitución del nuevo Secretariado Nacional, que es el que tiene que escoger a los cargos orgánicos. Cómo prevé el reglamento, la votación se tiene que ir repitiendo tantas veces como haga falta hasta que uno de los candidatos obtenga los dos tercios, que puede pasar por la retirada de uno de los rivales. El caso es que ya se ha producido la segunda votación y el resultado ha sido el mismo. Si la situación se cronifica, habrá que buscar un candidato de consenso.

Un momento del AGO del ANC en Taradell / ANC

Lluís Llach fue el candidato más votado en las elecciones de la ANC la semana pasada y esperaba ganar también la votación del Secretariado Nacional de la entidad independentista para ser el presidente en el nuevo mandato, de dos años. Pero no sabía que se encontraría con Punga, uno de los dos secretarios nacionales elegidos por el bloque joven, impulsado por el sector contrario a Llach, los defensores de la lista cívica. Llach es el máximo exponente de los contrarios a la lista.

De este modo se mantiene la batalla entre los dos sectores del ANC, a favor y contra la lista cívica. Llach es el máximo exponente de este sector y Punga está alineado con los defensores de la lista, a pesar de que se le ha impulsado buscando que fuera un candidato de consenso, como perfil nuevo, no quemado en las batallas internas que ha habido hasta ahora, especialmente en los últimos dos años. Un objetivo que no se ha conseguido.

La batalla de la lista cívica

Al pleno constitutivo del nuevo Secretariado Nacional se llegaba partiendo de un posible empate técnico sobre el papel. Los dos sectores habían hecho correr sendas listas de recomendación de voto y de los elegidos en cada bando tenía en exclusiva y garantizados 26. Aun así, había 7 nombres que constaban a las dos listas y 12 más que no constaban en ninguno de las dos, de forma que eran una incógnita. Aun así, el sector llachista y anti lista cívica estaba convencido de que tendría al menos 43 votos. Finalmente, han sido los apoyos que ha obtenido en la primera votación, pero se ha ido al actual bloqueo.

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