«Donde no hay pan no hay paz», sentencia el dicho. Quizás es uno de los motivos de la división que parece que bloquea la acción de la ANC, unas finanzas ahogadas. Así lo admiten los miembros de la Tesorería y Comisión de Gestión Económica y Administrativa en los informes y balances que han presentado al Secretariado Nacional para ser validados en la Asamblea General Ordinaria de la entidad, que se celebrará del 25 al 30 de junio de manera telemática. Unos números que no son, ni mucho menos, para lanzar cohetes. Al contrario, preocupan al actual Secretariado, inmerso ahora en una batalla sin cuartel entre oficialistas y críticos por la reforma de los estatutos.

El informe, al que ha tenido acceso El Món, admite que el 2024 fue un «año difícil, marcado por la caída de ingresos en las cuotas de socios, principal fuente de ingresos de la entidad». Ahora bien, el golpe no es de ahora, tal como subrayan en el documento. En concreto, el vaciado de la caja comenzó en el año 2020, con una caída del 2,6% que se incrementó al 7,4% en 2021, y que en el año 2022, fue del 4,7%. Un acumulado enorme, pero que todavía «se ha acentuado en los últimos dos años».

En este sentido, los gestores económicos de la gran plataforma independentista constatan pérdidas en la recaudación global del 13,8% en el año 2023. Negro sobre blanco, dejaron de ingresar un importe de 284.000 euros. En 2024, la pérdida fue del 12,2%. Es decir, un descenso de 217.000 euros. Son habas contadas. La pérdida de cuotas en los últimos cinco años ha supuesto un descenso de los ingresos de 840.000 euros. Unas cifras que van en paralelo al desencanto que vive el movimiento independentista. «El contexto económico y de desencanto social ha producido una disminución de los ingresos por cuotas de socios», admiten los miembros de la comisión en el documento que se presentará en la asamblea general. La ANC cerró el año a 31 de diciembre con unos fondos propios de 2.908.249,72 euros.

La samarreta de la Diada del 2024, una de les principals fons d'ingressos de l'ANC/ANC
La camiseta de la Diada del 2024, una de las principales fuentes de ingresos de la ANC/ANC

Frenar la caída de socios y pocas camisetas

A pesar de estas cifras, los contables de la Asamblea remarcan que desde la entrada del nuevo mandato, con el Secretariado presidido por Lluís Llach, en junio de 2024, se ha conseguido «frenar un poco» la caída de socios al corriente de pago. Ahora bien, entienden que las cifras no son para echar las campanas al vuelo. El informe concreta que en 2023 la caída en el número de socios fue del 12,8%, el ejercicio 2024 ha sido del 9,9% anual. Si se cuenta por semestre, la caída fue del 6,6% de enero a mayo y del 2,4% de junio a septiembre.

La auditoría contable también entra en el paquete de otros ingresos de la entidad, aparte de las cuotas de socios. Principalmente, la venta de merchandising, que supone la segunda fuente de ingresos de la ANC. Precisamente, dentro de esta fuente de ingresos sobresale la venta de las famosas camisetas de la Diada, que durante las manifestaciones anteriores al referéndum del Primer de Octubre eran superventas y llenaban la caja de la ANC con mucha generosidad. Este año, por la Diada la venta de camisetas fue «menor a la anterior». En conjunto, los ingresos de la actividad «comercial» de la ANC se ha reducido respecto al año 2023 en un total de 92.000 euros. El informe también enfatiza la disminución de los legados y herencias, en concreto, en 2024 se han ingresado 55.000 euros menos que en 2023. También se nota la reducción en el balance de las donaciones -que se incluye también en el de herencias y legados- que pasa de 335.751 euros en 2023 a 222.255 euros en 2024.

Capçalera d'un dels balanços econòmics de l'ANC presentats al secretariat/QS
Cabecera de uno de los balances económicos de la ANC presentados al secretariado/QS

Mirar hacia los gastos

Ante el descenso de los ingresos, los gestores de la entidad se han tenido que esforzar en recortar en el capítulo de gastos. De hecho, han logrado reducir 84.000 euros del gasto en comparación con el del año 2023, a pesar de añadirse una inflación del 3%. Por otra parte, el informe remarca el ahorro de 42.000 euros en el coste de organización de la Diada del último año, que se hizo descentralizada, con un ahorro en movimiento de autobuses de 47.000 euros y un menor gasto en el capítulo de aprovisionamientos de 35.000 euros. «Esta reducción se ha conseguido a pesar de afrontar un mayor gasto en contenciosos jurídicos que asciende a 27.000 euros, o los 27.000 euros del convenio con la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO)», señalan.

Según el balance de la entidad, el resultado de este control de gasto ha permitido cerrar el ejercicio 2024 con un resultado de explotación antes de impuestos de 29.000 euros de déficit, una cifra que admiten que igualmente queda «muy lejos de los 269.000 euros de superávit del ejercicio de 2023.» «La caída de ingresos por cuotas en relación con el 2023, de 217.000 euros, un menor beneficio por la actividad comercial de 57.000 euros, un mayor gasto de abogados y procuradores, o el convenio con la UNPO, explican el diferencial de resultado del año 2024 respecto del 2023″, explican los gestores. Este diferencial en el resultado de explotación de 2024, de 299.000 menos que en 2023. Teniendo en cuenta que la ANC cambió de dirigentes hace aproximadamente un año, para saber cuál es el balance correspondiente al último tramo del mandato de Dolors Feliu y cuál coincide con los primeros meses de Llís Llach, hay que mirar los números de 2024 por semestres: 193.000 euros de caída vienen del primer semestre, y 105.000, del segundo. El control del gasto también ha impedido realizar cualquier tipo de «inversión relevante». Además, el documento precisa que se ha incrementado mínimamente el gasto laboral, que mantiene una nómina de 20 trabajadores, con un gasto de 727.310 euros entre sueldos y seguridad social.

Un dels darrers actes de l'ANC per denunciar Rodalies/ANC
Uno de los últimos actos de la ANC para denunciar Rodalies con una gran estelada/ANC

Plan de financiamiento

La frágil situación financiera ha obligado al secretariado a plantear una estrategia de recapitalización de la entidad. Los gestores aseguran que esta «política económica garantiza la solvencia actual y futura de la entidad y consecuentemente, su independencia económica, social y política, preservándola de cualquier intento que no responda a la voluntad de sus socios y socias». Por eso, el proyecto financiero se dirige a la «contención» y «optimización» de los gastos. «Los recursos generados por la entidad deben servir para financiar las campañas y las acciones encaminadas a lograr la independencia de nuestro país», aseguran. 

Por eso, proponen «continuar trabajando en la campaña de recuperación de socios iniciada en el cuarto trimestre del año, en el nuevo plan de comunicación que debe fortalecer la imagen y la proyección de los valores y objetivos de la Asamblea, y en la búsqueda de nuevas vías de financiamiento específicas, que permitan que la Asamblea continúe siendo el referente del movimiento independentista». Ahora bien, no especifican ninguna.

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