La dirección de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) presidida por Dolors Feliu mantiene el rumbo y ya ha reconstruido el Comité Permanente con la elección, este sábado, de una nueva vicepresidenta, que sustituye el dimisionario Jordi Pesarrodona. Nuria Marín Casas, ex concejal de ERC en la Paeria de Lleida –abandonó el partido el 2019 por desacuerdo con su estrategia–, será la nueva mano derecha de Feliu, que hasta hace dos o tres meses había cohabitado con Pesarrodona, a pesar de que había sido su competidor en las elecciones de la entidad.

Con la elección de Marín –por 34 votos a 14 en el pleno del Secretariado Nacional celebrado ayer en Tremp–, y la elección de Carles Fité como nuevo coordinador de la Comisión de Proyectos y Acciones Sectoriales, se cierra una parte de la crisis, la del Comité Permanente, una semana después de la Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista. Pero la tensión continúa en el Secretariado Nacional y fuera de la ANC, porque los dos frentes críticos contra Dolors Feliu continúan haciéndole una pinza.

Tanto el colectivo Indesinenter, liderado por los dimisionarios del Secretariado Nacional, como los impulsores del Moviment per la Independència –encabezado por ex dirigentes de la etapa fundacional de la ANC– mantienen la presión, a pesar de que estos últimos han rebajado el tono después de la Conferencia del fin de semana pasado.

Los dimisionarios piden elecciones anticipadas

El pleno del Secretariado Nacional de este sábado, además de escoger a Marín y Fité, aprobó la propuesta de resolución para poner en marcha el mecanismo para unas «elecciones parciales al Secretariado Nacional». El comunicado oficial subraya que se trata de un «procedimiento habitual a medio mandato». En mayo hará un año de las elecciones y, por lo tanto, se llegará al paso del ecuador del mandato y habrá que cubrir las vacantes que se han ido produciendo por razones diversas –muchas veces, personales–, como es habitual. Pero, en este caso, catorce de las veinte vacantes que hay –solo hay en activo 57 de los 77 secretarios previstos– son por las dimisiones por desacuerdo con Dolors Feliu.

Miembros del colectivo Indesinenter, en la presentación de este mediodía/Quico Sallés
Miembros del colectivo Indesinenter, en la presentación de su posición el 23 de febrero /Quico Sallés

Perp el miércoles el último manifiesto de los dimisionarios y su entorno agrupados en Indesinenter reclamaba elecciones anticipadas completas. A pesar de que utilizan una fórmula curiosa para expresar lo que quieren –»renovación anticipada del Secretariado Nacional»–, dejan claro que según ellos «hay que evitar los intentos de recortar los poderes y la capacidad de decisión de las Asambleas de Base y del Secretariado que las representa a favor de concentrarlos en el Comité Permanente». El mismo texto recuerda que «un mínimo del 5% de los miembros de la Assemblea puede pedir la convocatoria de nuevas elecciones al Secretariado Nacional en una asamblea general extraordinaria», e invita a quién esté de acuerdo a «adherirse» al manifiesto.

Aun así, el día antes, otro manifiesto de Indesinenter, en este caso para evaluar la Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista –organizada por el equipo de Feliu–, aplaudía que se hubiera «hablado de un nuevo embate independentista y de un Pacto Nacional del Movimiento Civil Independentista para hacer efectiva la República Catalana». Añadía que «ahora hay que corregir errores y consensuar la estrategia con el resto de entidades del movimento», reclamaba «un documento entre todas las entidades para que la conferencia no quede como un acto de la Assemblea» y llegaba al punto más delicado: «En todos nuestros escritos hemos defendido que este embate es la clave para hacer efectiva la República Catalana. Un embate que es el punto central de la Hoja de Ruta y solo al servicio del cual tiene sentido la Lista Cívica». Una nueva interpretación del concepto, con las fronteras cada vez más difusas.

Los fundadores de la Assemblea rebajan el tono después de la Conferencia

La otra mitad de la pinza que presiona Feliu es la del Movimiento por la Independencia. participan nombres destacados de la etapa fundacional de la ANC, como por ejemplo Miquel Sellarès, Pere Pugès y Jaume Marfany. El día antes de la Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista, Sellarès y Pugès publicaron un artículo durísimo contra la presidenta de la Asamblea en el diario El Punt Avui. «El ANC ha ido abandonando su espíritu, unos por desaliento y otros por un exceso de protagonismo de corto voladizo, hasta llegar a un estadio donde el Comité Permanente actúa como si fuera la ejecutiva de un partido, el Secretariado Nacional tiende a ser el Consejo Nacional o el Comité Central descafeinado y, en consecuencia, las bases desertan», aseguraban. «La dirección de la ANC (…) ha ido montando un aparato burocratizado que le permite mantener vivo el espectáculo, pero se muestra incapaz de renovarlo, de adaptarlo a las nuevas exigencias», añadían.

Pero, días después de la Conferencia, este viernes 17 de marzo, Movimient per la Independència difundió uno de sus comunicados periódicos, en el que hacía balance del encuentro organizado por la ANC –que había reunido unas sesenta entidades– con un tono mucho más conciliador. Y Jaume Marfany lo colgó en su blog.

El texto afirmaba que la Conferencia se había cerrado «con el propósito de recoger las aportaciones de todos los participantes, entidades y personas a título individual, para que sirvan para poner en marcha el Pacto Nacional del Movimiento Civil Independentista». Y añadía: «Esperamos y deseamos que bien pronto podamos hablar de un Pacto Nacional que reúna la mayoría de las entidades y organizaciones de la sociedad civil y que sirva de marco para la coordinación de todos los proyectos y acciones que tendrá que llevar a cabo el brazo civil del movimiento independentista, hasta lograr el objetivo de la instauración definitiva de la República Catalana». Es decir, hay un antes y un después de la Conferencia.

De todas maneras, el Moviment per la Independència de los fundadores de la ANC lo que quiere es señalar los puntos de confluencia entre lo que se había debatido en la Conferència Nacional del Moviment Civil Independentista y lo que se está analizando en su 2.ª Conferència Nacional per l’Estat Propi, que hace meses que evoluciona por vía telemática y aspira a plasmarse en un acto presencial. Con este proyecto, Moviment per la Independència quiere recuperar el espíritu de la 1.ª Conferència Nacional per l’Estat Propi, que desembocó en la creación de la ANC, para marcar el camino del segundo Procés.

El cuarto actor: Acord per la Independència, más cerca de Feliu

A este panorama complejo se añade Acord per la Independència, impulsado por el colectivo Donec Perficiam, de los secretarios nacionales dimisionarios de la última etapa de Elisenda Paluzie. Han pasado más de dos años y ahora están mucho más cerca de Feliu –que también tiene apoyo de su predecesora– que de los otros dos grupos de escindidos y exdirigents de la Assemblea.

La clave de los acuerdos y desacuerdos es la lista cívica: Indesinenter y Movimint per la Independència quieren una candidatura «unitaria» –son partidarios de incluir los partidos– y Acord per la Independència quiere impulsar una lista sin los partidos y espera que esta sea la candidatura que reciba el apoyo de la ANC.

Web de Acuerdo por la Independencia, donde este domingo se colgará la ponencia política
Web de Acord per la Independència

Para Acord per la Independència, lo que propone Moviment per la Independència es una versión remasterizada de Junts pel Sí, la coalición de partidos, entidades e independientes que se creó para las elecciones del 27-S del 2015 y que acabaron llevando al referéndum del 1-O. El hecho de que la independencia no se implementara y los caminos que han seguido después los partidos independentistas con representación en el Parlamento de Catalunya, ERC, Junts y la CUP, hace pensar a este grupo que un nuevo Junts pel Sí no tiene sentido en la situación actual.

De hecho, este grupo se escindió de la ANC en la época de Paluzie cuando los dirigentes de la Assemblea todavía creían en la posibilidad de arrastrar a los partidos presentes en las instituciones. Ahora, la misma Paluzie considera que el momento es diferente y es próxima a Feliu, a pesar de que su exvicepresidente, el prestigioso abogado por los derechos civiles Josep Cruanyes, se ha alineado con los críticos dimisionarios del entorno de Pesarrodona y ha firmado el manifiesto de Indesinenter que apuesta por unas elecciones anticipadas.

Como pasa con los partidos independentistas, en el independentismo civil también hay una batalla por la hegemonía.

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