La consejera de Interior, Núria Parlon, ha adelantado que los Mossos d’Esquadra podrán asumir la seguridad de puertos y aeropuertos a partir del mes de septiembre porque ahora mismo el cuerpo no tiene suficientes efectivos para asumir nuevas competencias. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, anunció en diciembre que convocaría una Junta de Seguridad a principios de este año para concretar un traspaso que dejó listo el gobierno de Pere Aragonès, pero finalmente la iniciativa se ha dejado en un cajón y ahora la Generalitat ya trabaja con un horizonte más lejano. A preguntas de este diario, la portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, enfrió la semana pasada la cesión de la seguridad de puertos y aeropuertos.
“Necesitamos un poco de tiempo para preparar la estructura”, ha reconocido Parlon en una entrevista en RTVE. En la Junta de Seguridad del pasado mes de diciembre, la Generalitat pactó con el Ministerio del Interior que los Mossos d’Esquadra puedan llegar a los 25.000 efectivos en el año 2030, 3.000 más de los que se habían acordado en la anterior reunión, celebrada tres años atrás. Actualmente, la policía catalana tiene una plantilla de poco más de 19.000 agentes y la falta de efectivos es el principal argumento del Departamento de Interior para posponer la asunción de nuevas competencias, incluido el control de fronteras que Junts negocia con el gobierno español como parte del traspaso de la inmigración.
En este sentido, Parlon ha asegurado que, en caso de acuerdo, el control de fronteras será “compartido” entre la policía catalana y española, una condición que también ha asumido Junts. “Las negociaciones siempre son así, debes llegar a un común denominador”, ha explicado. La consejera de Interior ha insistido en que sin más agentes los Mossos d’Esquadra no pueden incorporar nuevas responsabilidades sin comprometer las que ya tienen actualmente y que considera “razonable” que la policía catalana pueda asumir la seguridad y el orden público de puertos y aeropuertos en septiembre. “[Los Mossos] no tienen capacidad de poder asumir más competencias, si no tensionaremos el cuerpo y le estaremos exigiendo que vaya por delante de lo que debe ir”.

El traspaso de las competencias de inmigración, estancado
El traspaso de las competencias de inmigración está estancado desde hace meses por la postura enrocada del PSOE y Junts, que no están dispuestos a ceder en sus pretensiones. A pesar de que llevan un año negociando y el acuerdo está “muy avanzado” en la mayoría de puntos, todavía hay tres que impiden anunciar el pacto: el control de fronteras, la expedición de los NIE y las políticas migratorias. En el caso de las fronteras, el principal foco de resistencia es el Ministerio del Interior, que no quiere ni oír hablar de una cesión de competencias y que tampoco ve con buenos ojos una gestión compartida. “Las líneas rojas que no se pueden traspasar son las que la misma Constitución establece como competencia exclusiva del Estado y no permite la delegación, como el control de fronteras, por ejemplo”, decía hace unos días el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Desde Junts cada vez tienen más claro que la gestión del control de fronteras tendrá que ser una competencia compartida entre los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional. “Al final las fronteras son territorio catalán, pero también del estado y espacio Schengen”, reconocía la semana pasada la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. “Debe haber un control, pero no se puede hacer desde 600 kilómetros. La idea es que cuando alguien llegue a Cataluña, lo primero que vea sea un mosso y una bandera catalana”.