El gobierno catalán considera que la sentencia de la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, demuestra las «malas praxis» que cometió cuando era al frente de la Institución de las Letras Catalanas, aun así, consideran que es «desproporcionada». Igual que han hecho los mismos jueces de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en el mismo texto, la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, se ha mostrado partidaria del indulto. En una atención a los medios de comunicación al Masnou, en el Maresme, Vilagrà ha detallado que el gabinete jurídico de la Generalitat está analizando el texto para abordar el alcance y las posibles consecuencias que se puedan derivar, recordando que Borràs tiene posibilidad de presentar recurso.
Así, Vilagrà ha apuntado que la sentencia «ha acreditado unas malas praxis que no tienen cabida en el marco de unas instituciones catalanas que queremos transparentes y abiertas». El ejecutivo catalán ya ha hecho una primera lectura del texto y remarcan que ven una desproporción de la resolución. «Los mismos jueces califican de desproporcionada la sentencia», ha dicho, recordando que los mismos magistrados no han descartado la posibilidad de un indulto, así como no descartan que la defensa de Borràs pueda presentar un recurso. La consejera ha afirmado que el «gabinete jurídico» de la Generalitat «está leyendo con atención la sentencia para ver el alcance de los hechos y las consecuencias». También ha confirmado que el presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, comparecerá este jueves por la tarde para valorar públicamente el texto.

ERC, contra la corrupción
En clave de partido, Vilagrà ha explicado que ERC está comprometido con la lucha contra la corrupción. «Las malas praxis no pueden ser la práctica de una administración catalana, y no caben ni excusas ni caminos del medio», ha apuntado. La consejera no ha querido opinar sobre la posibilidad que el gobierno español se avenga a conceder el indulto para que Borràs evite la entrada en la prisión porque cree que es «precipitado» saber el rumbo que cogerá el procedimiento.