El Gobierno sigue empeñado en cumplir «el objetivo» de tener los presupuestos del año que viene aprobados el 1 de enero de 2025, pero el congreso extraordinario que Esquerra Republicana celebrará el próximo 30 de noviembre puede complicar la consecución de esta meta, porque para cumplir el calendario la tramitación de las cuentas de la Generalitat debería iniciarse antes del 15 de noviembre, dos semanas antes del cónclave republicano y, según fuentes de la negociación consultadas por El Món, esto puede ser un hándicap para cumplir el calendario que fijó el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, cuando fue investido. De hecho, el ejecutivo sigue diciendo que «continúa trabajando con el objetivo de poder presentar estos presupuestos y tenerlos listos el 1 de enero», pero también subraya que lo importante es «alcanzar un buen acuerdo». Los Comunes, la otra formación vinculada a la negociación, también tienen un congreso fijado para el 16 y 17 de noviembre, pero las mismas fuentes afirman que este no supondría ningún problema.

La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, ha dicho que confían en cumplir el calendario y poder finalizarlos para el 1 de enero, pero que su prioridad es «tener un buen acuerdo de presupuestos». «Si esta primera quincena de noviembre no se pueden estar todos los trabajos cerrados para comenzar la tramitación parlamentaria…, la cuestión es llegar a un buen acuerdo con los socios de investidura», ha insistido Sílvia Paneque, que no ha querido concretar cómo puede afectar a la negociación el congreso de ERC: «El Gobierno y esta portavoz no hará manifestaciones sobre procesos congresuales de otros partidos». «Más allá de casuísticas como congresos, los catalanes esperan respuestas en salud, educación o vivienda», ha destacado.

Ante las reiteradas preguntas sobre el calendario presupuestario, que requiere unas cuatro o cinco semanas para que el Parlamento apruebe las cuentas, la consejera ha afirmado que a pesar de estas «circunstancias» del cónclave de Esquerra Republicana, que no ha querido concretar cuáles son, el Gobierno «pondrá toda la intensidad de reuniones y diálogo para poder cumplir este horizonte», y ha señalado que los republicanos han fijado la financiación como su prioridad y los Comunes, la vivienda. «Lo importante es tener un buen presupuesto, pero los procesos congresuales es una situación paralela», ha añadido instando a ERC a separar las dos cosas para que el congreso republicano no afecte la negociación presupuestaria. «Hay razones para continuar trabajando independientemente del congreso», ha destacado.

La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, Sílvia Paneque, en una imagen de archivo / Europa Press

El Gobierno presiona con los acuerdos de investidura

Asimismo, la portavoz del Gobierno ha recordado a Esquerra Republicana y a los Comunes que se necesitan las cuentas para desplegar los acuerdos de investidura alcanzados con republicanos y comunes. «Necesitamos los recursos vinculados«, ha dicho. Además, ha recordado que en el debate de política general todos los grupos detectaron que la vivienda «es un gran problema» de país, y ha hecho un llamado a todas las formaciones a ponerle solución con la aprobación de unos nuevos presupuestos de la Generalitat. Aun así, ha insistido en la preferencia del Gobierno de negociar con ERC y Comunes, como socios de investidura, y ha indicado que «continúan las negociaciones» para alcanzar un acuerdo. En este sentido, ha detallado que tiene reuniones «programadas» con la formación de Jéssica Albiach para hablar específicamente de la cuestión de la vivienda.

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