El primer intento para aprobar la amnistía en el Congreso no ha fructificado por los votos contrarios de Junts, que considera que el texto actual no blinda a todos los represaliados. Una acción que ha despertado reproches cruzados de todo tipo y llamamientos al entendimiento. Desde los dirigentes de Junts hasta el ministro de Justicia, Félix Bolaños, pasando por la plaza de Sant Jaume; todos los grupos hacen un llamamiento a impulsar, a pesar de todo, la amnistía. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, actualmente de visita institucional a Bruselas, ha lamentado la negativa de Junts a aprobar la ley, lo cual, asegura el presidente, ha generado una situación «desafortunada» en el Congreso. En declaraciones a
Desde aquí Cataluña, la vicepresidenta del gobierno catalán ha sumado una nueva voz política que presiona Junts para que reconsidere su posición. «No se puede jugar con fuego», ha dicho Laura Vilagrà en una entrevista a RNE recogida por la ACN. «Ayer ganaron los jueces y perdieron los miles de personas encausadas», ha insistido la segunda de bordo del Gobierno, que en todo caso se ha mostrado optimista de cara a los próximos pasos que tendrá que encarar la ley. Después de la negativa del hemiciclo, la amnistía volverá a la Comisión de Justicia del Congreso para abrir de nuevo una negociación para retocar el texto.

Preocupación en la Moncloa
El presidente español Pedro Sánchez se lo miraba ayer con cierta preocupación desde la silla del Congreso. Después del fracaso de uno de los decretos anticrisis –Podemos lo tumbó en el marco de su pugna con Yolanda Díaz– hay que sumar una amnistía que, por ahora, no saldrá adelante. Una situación que, si se enquista, complicará la legislatura al PSOE. «Ha votado en contra [Junts] de una ley que ha pactado, que ha votado cuatro veces a favor en la tramitación parlamentaria y ha votado ‘no’ de la mano del PP y de Vox, que los quieren encarcelar e ilegalizar», lamentaba con incredulidad el ministro de Justicia Félix Bolaños a las puertas del hemiciclo.
Minutos más tarde, el mismo Carles Puigdemont alargó de nuevo la mano para llegar a un entendimiento entre Junts y PSOE. En todo caso, los socialistas consideran que ya se han movido bastante y no están dispuestos a eliminar las referencias al terrorismo y el alta traición del redactado de la ley.