El presidente español, Pedro Sánchez, ha decidido renovar el organigrama económico de su gobierno para resistir a los embates del PP, que ya ha anunciado que presentará batalla en las grandes reformas pendientes, y afrontar la desaceleración que llegará en los próximos meses. Sánchez ha aprovechado la marcha de Nadia Calviño, hasta ahora vicepresidenta primera y ministra de Economía, al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para reconfigurar toda el área económica y dar galones a la ministra de Hacienda. María Jesús Montero gana peso en la Moncloa y será una pieza clave de la próxima legislatura porque liderará las negociaciones del nuevo sistema de financiación.

«No es necesario hacer mención al bagaje de María Jesús Montero en todas las responsabilidades que ha ocupado, pero no quiero dejar de subrayar que nuestros éxitos económicos, así como el refuerzo del estado del bienestar compatible con las políticas de consolidación fiscal que ha hecho este gobierno, no habrían sido posibles sin el intenso y brillante trabajo de Montero”, ha dicho Sánchez. La número dos del PSOE pasa de cuarta a primera vicepresidenta y compartirá cargo con Yolanda Díaz y Teresa Ribera después de que Sánchez haya vuelto a reducir a tres el número de vicepresidencias. Es la primera vez que Hacienda tendrá más rango que Economía en el Consejo de Ministros desde que los dos departamentos van por separado.
Cambios de atribuciones y un alto funcionario a Economía
Para aligerar el trabajo de Montero, su ministerio pierde Función Pública, que pasa al Ministerio de Transformación Digital, que encabeza el exministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. “Con esta decisión pretendemos reforzar nuestra apuesta por una administración moderna, más ágil, eficiente, que aproveche todas las oportunidades de la digitalización y la inteligencia artificial”, ha justificado el presidente del gobierno español. Las relaciones con los funcionarios dependían de Hacienda desde 2021 y antes colgaban del Ministerio de Política Territorial. Ahora, en manos de Escrivá el gobierno español quiere “aprovechar la digitalización para mejorar la calidad de los servicios públicos”.

El sustituto de Nadia Calviño es el hasta ahora secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, doctor en Economía y alto funcionario del estado que destaca por su “solvencia y honestidad”, según lo ha descrito Sánchez. Cuerpo será un ministro raso, sin vicepresidencia, hecho que reafirma la apuesta del líder socialista por su mano derecha. Con todo, Economía mantendrá bajo su control la Comisión Delegada General de Asuntos Económicos (CDGAE), que es el organismo donde todos los departamentos con responsabilidades económicas y financieras se reúnen antes de elevar cualquier reforma al Consejo de Ministros.
El PP critica los cambios de Sánchez
El Partido Popular ha criticado los cambios en el gobierno de Pedro Sánchez y los ha interpretado como un mensaje hacia Alberto Núñez Feijóo. Fuentes populares aseguran que el presidente español busca un “gobierno de trinchera” que estará «más preocupado por chocar con el PP que por dignificar la gestión pública”. En Génova no ha gustado que la número dos del PSOE también sea la vicepresidenta del ejecutivo, una situación que ya es repite con Pilar Alegría, que es portavoz del partido y del gobierno. Los populares consideran, además, que Sánchez ha «perdido una oportunidad para reducir el gobierno”, a pesar de que recuerdan que Carles Puigdemont es el verdadero primer vicepresidente, puesto que «controla [Sánchez] desde Suiza y lo vigila desde Bruselas».