El presidente español en funciones, Pedro Sánchez, ha dado un nuevo golpe de efecto y este viernes se ha dejado fotografiar por primera vez junto a un representante de EH Bildu en el marco de la ronda de contactos para su investidura. El líder socialista, amante de las jugadas maestras y las maniobras imposibles, ha decidido enviar un doble mensaje: en primer lugar, desafía el PP, que siempre que puede utiliza al partido abertzale como arma arrojadiza contra el PSOE y, al mismo tiempo, muestra que se toma seriamente las negociaciones aceptando una foto que había esquivado desde hacía años.

Sánchez ha ido acompañado por la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y por el secretario de Organización y diputado por Navarra, Santos Cerdán. Una muestra más del valor político que el líder socialista da al encuentro. El presidente español envió a un diputado ras a replicar Alberto Núñez Feijóo en el Congreso para mostrarle que no se lo tomaba seriamente y ahora se reúne con Bildu acompañado por los números dos y tres del PSOE para decir exactamente lo contrario.

Sánchez se reúne con los portavoces de EH Bildu en el Congreso y en el Senado / Europa Press

Cuando Felipe VI propuso a Sánchez como candidato a la investidura, el presidente español aseguró que solo se reuniría con los líderes y portavoces de los grupos parlamentarios. Descartaba así un encuentro con Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi. Era la única línea roja que puso. Y sobre el papel la cumplirá. Sánchez no se entrevistará con Puigdemont —tiene pensado enviar a un emisario de su confianza— y con Junqueras ha mantenido una conversación telefónica de 40 minutos que técnicamente puede considerarse que no es una reunión formal. Tampoco se verán las caras con Otegi, pero sí que hace una concesión importante a los abertzales y se deja fotografiar junto a los portavoces de Bildu en el Congreso y en el Senado, Mertxe Aizpurúa y Gorka Elejabarrieta, sabiendo que será utilizado en su contra.

Sánchez ha esquivado una foto histórica con Bildu desde 2019

Hasta ahora, Pedro Sánchez había dejado a los portavoces parlamentarios las reuniones de trabajo con las formaciones más pequeñas, pero en esta ocasión ha decidido coger las riendas de las negociaciones. Al menos en la primera toma de contacto. Después dejará los flecos en manos de un equipo de negociadores. A principios de 2020, durante las negociaciones de investidura, fue la entonces portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, quien se reunió y fotografió con Bildu.

De hecho, es la primera vez que un presidente del gobierno español recibe a una delegación de Bildu, una coalición de partidos donde la fuerza mayoritaria es Sortu, un partido que tiene en su dirección al último jefe de ETA, David Pla. Bildu ha sido, junto con ERC, uno de los socios estables del gobierno de coalición durante la última legislatura y, a pesar de todas las diferencias que los separan, Sánchez parece dispuesto a reconocerles el apoyo de estos cuatro años.

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