La CUP ya ha decidido cuál será el “precio” que tendrá que pagar Pedro Sánchez si necesita los votos de los anticapitalistas para ser investido presidente: fijar la fecha y la pregunta de un referéndum de independencia. Fuentes de los anticapitalistas han explicado a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que es la única condición que los podría hacer votar a Sánchez ante la amenaza de un gobierno de coalición entre PP y Vox. Las mismas fuentes aseguran que es una propuesta que hacen extensiva a Junts y a ERC después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, instara a los tres partidos a pactar de manera conjunta las condiciones para investir a Sánchez.
Los anticapitalistas quieren arrastrar a los dos grandes partidos hacia una postura más beligerante con el estado después de que la estrategia de diálogo de los republicanos haya fracasado y la opción de confrontación sin concreciones de Junts no tenga recorrido. “Se tiene que poner encima la mesa esta condición y dejarse de mesas de diálogo”, explican desde la CUP. La izquierda independentista insiste que hay que “garantizar un referéndum de autodeterminación en Cataluña» y reclaman al resto de formaciones soberanistas que sean “valientes” y hagan una “posición de fuerza” en Madrid.

Obligar a Sánchez a elegir entre extrema derecha o autodeterminación
La formación entiende que, en el supuesto de que el PSOE necesite los votos del independentismo para conservar la Moncloa, se tiene que poner a los socialistas en un compromiso. “Son ellos los que tendrán que elegir entre un gobierno con la extrema derecha o el derecho a la autodeterminación”, añaden. Con todo, los anticapitalistas son conscientes que ni Sánchez ni el PSOE se moverán de su negativa a acordar un referéndum de autodeterminación. En las últimas semanas, se ha empezado a hablar de un posible pacto entre PP y PSOE, auspiciado por Bruselas, para evitar que la extrema derecha entre en el gobierno español en el supuesto de que los populares sean la primera fuerza y tengan mayoría absoluta sumando los votos de Vox.
Aragonés propuso este martes a Junts, ERC y la CUP que se sienten a negociar el “precio” que quieren exigir a Pedro Sánchez para investirlo presidente. El presidente presiona a los tres partidos para que encuentren un “mínimo compartido” para ir juntos al Congreso después del 23-J y no regalarle la investidura. Los republicanos ya habían mostrado su predisposición a explorar un consenso con Junts y la CUP. «Esta vez tiene que ser más alto y consensuado”, había dicho Rufián. Por su parte, Junts no ha vuelto a hacer ninguna propuesta de unidad desde la lista electoral conjunta y de momento parece más centrada en movilizar al votante independentista para intentar superar ERC en las elecciones del 23-J.