El Congreso de los Diputados ya se ha contagiado de la campaña electoral permanente que inundará Cataluña hasta el 12 de mayo. El presidente español, Pedro Sánchez, ha asegurado que las elecciones catalanas son una “gran oportunidad para pasar página” y dejar atrás la “fractura que representó 2017 y todos aquellos que miran con añoranza el que pasó en 2017”. El dirigente socialista ha ido al Congreso con ganas de atizar a Junts, que a su vez le ha acusado de “aparcar” las negociaciones de los presupuestos españoles para “hacerle amena la campaña” al líder del PSC, Salvador Illa. “Es una decisión electoral, no de país”, ha dicho la portavoz del grupo, Míriam Nogueras.
Sánchez y Nogueras han mantenido un intercambio intenso por una pregunta de la diputada de Junts durante la sesión de control en el Congreso. “Con esto nos dice que los presupuestos generales del Estado nunca serán unos buenos presupuestos por Cataluña, ni para avanzar nada”, le ha espetado Nogueras. “No ha tenido coraje para presentar sus prioridades antes de las elecciones en Cataluña, porque no tiene ningún proyecto político para Cataluña. Que continuarán sin pagar y chupando a todos los catalanes, como han hecho todos los gobiernos españoles”. Y también ha aprovechado para hacer una falca electoral y ha asegurado que “el año en que más se respetó” a Cataluña en los presupuestos fue en 2017, “el año que teníamos un gobierno solvente y desacomplejado, el año en que Puigdemont era presidente”.

Sánchez intenta sacar rédito de la pacificación de Cataluña
En su turno de réplica, Sánchez ha intentado contraatacar con un discurso centrado en las elecciones Al Parlamento y la defensa de la política de pacificación del PSOE. “Hay una gran lección que tenemos que extraer, que Cataluña no puede avanzar si lo hace sola y dividida”, ha dicho. El presidente español ha insistido que hay que “apostar por la convivencia” y ha confiado que los catalanes valorarán el esfuerzo de los socialistas para intentar rebajar la tensión al país. Entre las medallas que se ha colgado, Sánchez ha destacado la inversión pública, la tabla de diálogo, la reactivación de las comisiones bilateral y la rebaja de la tensión entre la Generalitat y la Moncloa.