Durante cinco días, el PSOE ha salido del búnker del 78. El presidente del gobierno español ha abierto las compuertas y ha salido al exterior cuando se ha sentido víctima del lawfare. Por primera vez, un partido sistémico que sostiene el régimen de la Transición y la monarquía ha recibido un mordisco desde dentro del búnker y ha intentado huir. Pero la fuga ha durado cinco días, hasta que Pedro Sánchez ha reculado y ha vuelto a la madriguera. Eso sí, prometiendo un “punto y aparte” para trabajar por la “regeneración democrática”. Hacia dónde va el PSOE y hasta dónde quiere llevar esta “regeneración” es a estas alturas la gran incógnita. El Món habla con expertos para intentar dibujar el alcance de esta promesa de Pedro Sánchez, y coinciden en señalar que, como mínimo a corto y medio plazo, tendrá un alcance limitado al ámbito judicial y no se tocarán los cimientos de la estructura territorial pactada con la Transición española.

El catedrático de Filosofía de la Universidad de Granada José Antonio Pérez Tapias, que fue rival de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE el 2014, alerta en conversación con este diario que el presidente español “ha expresado un componente fuerte de continuidad que deja claro que no estamos en la tesitura de un cambio de ritmo o de dirección de lo que denominamos régimen del 78, sino de medidas de regeneración del sistema judicial, empezando por el CGPJ y acuerdos que se puedan conseguir en la ética de los medios de comunicación ante la opinión pública”.

Un momento de la reunión de la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat / Govern

Pérez Tapias, que dejó la militancia del PSOE en 2018, cree que si Pedro Sánchez quiere sobrevivir, tendrá que aprender «gobernanza republicana» para fortalecer el bloque que aguanta a su gobierno, «un cambio de chip en las formas y el fondo». Y por parte de los socios, considera que es momento de exigir al PSOE “acuerdos más sólidos, porque después de esta crisis no se puede quedar todo igual con el único pretexto de hacer frente a la extrema derecha”. Y concreta que “el PSOE tendría que clarificar su postura en la mesa de diálogo con Cataluña para trabajar acuerdos de futuro y que no todo sean declaraciones de intenciones vacías”. Aun así, quien fue rival de Sánchez dentro del aparato del PSOE señala que los socialistas españoles no están en disposición de moverse de su propuesta federalista: «No está en su hoja de ruta una reforma constitucional para reconocer la plurinacionalidad del Estado».

«Sánchez no ve el conflicto catalán como una amenaza»

En una línea parecida se pronuncia el catedrático de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal Constitucional Joaquín Urías, que señala que, «aunque Pedro Sánchez hubiera plegado, no habría habido ninguna reforma del Estado». «El problema son las mayorías sociales. En Cataluña y en Euskadi sí que hay una mayoría a favor de reformar el régimen del 78 y de cambiar el modelo territorial, pero al resto de España, y por mucho que quisiera o lo necesitara por supervivencia el PSOE, es imposible abordar un cambio de esta trascendencia con la mitad de la población en contra», añade.

Pero Urías cree que Sánchez «ha desaprovechado el apoyo social que ha tenido estos 5 días, que le habría permitido anunciar reformas de gran importancia hasta ahora no planteadas, como la reforma territorial, la financiación o las competencias autonómicas». Para este experto, estas reformas, que «son el origen del conflicto político», se quedarán ahora al cajón porque el PSOE «ha calculado que le harían perder votos en Andalucía, Murcia, Madrid». Además, añade, «Sánchez no ve el conflicto político catalán como una amenaza ahora mismo, tiene el apoyo de los partidos independentistas en el Congreso y ahora no moverá ficha a corto plazo». El exletrado del TC insiste que «el principal problema de Pedro Sánchez está con los jueces», razón por la cual cree que «intentará una reforma judicial que saque posibilidades al PP de bloquear el CGPJ y que facilite la elección de nuevos miembros, de forma que se pueda controlar que los jueces no vayan por libre».

Vista aérea de la manifestación de la Fiesta 2023 en la plaza España de Barcelona / Jordi Play
Vista aérea de la manifestación de la Fiesta 2023 en la plaza España de Barcelona / Jordi Play

«El estado es irreformable»

Tampoco Joaquim Colominas, profesor de Ciencia Política de la UB y miembro de la Junta de la Asociación Catalana de Ciencia Política, considera que el PSOE esté en condiciones de iniciar un proceso de regeneración democrática más allá de medidas puntuales. De hecho, cree que en este movimiento de la Moncloa hay una estrategia política a las puertas del 12-M: «Pedro Sánchez ha protagonizado los últimos cinco días un giro táctico más de su corta pero intensa vida política. Un acto de puro tacticisme político y electoral que ha secuestrado la vida política de Cataluña y del estado español en beneficio propio».

«El PSOE es incapaz de tomar medidas fuertes y reales de regeneración democrática. Por carencia de voluntad real o por incapacidad política. De hecho, el PSOE es el puntal fundamental del régimen del 78, tanto desde un punto de vista monárquico, como desde un punto de vista de intereses de poder económico y financiero. El estado español es irreformable. El régimen del 78 es inmodificable. Aquello del “atado y bien atadoes muy vigente», argumenta este experto.

En este sentido, el profesor recomienda no perder más energías a intentar reformar el estado español: «Siempre considerarán el catalanismo en una relación de subordinación. Conseguir la independencia es mucho y muy difícil. Pero es una lucha que tiene todo el sentido y tiene unos cimientos democráticos muy sólidos. Intentar reformar el estado español sí que es una quimera, porque el estado español no quiere ser reformado», concluye.

Pleno del CGPJ del 13 de octubre presidido por Rafael Mozo | Europa Press
Pleno del CGPJ, presidido por Rafael Mozo | Europa Press

«El PSOE continúa siendo un partido del régimen»

Sea como fuere, Pedro Sánchez no ha detallado en que consistiría esta regeneración democrática que otro experto, el profesor de Ciencia Política de la UNED Jaime Pastor, circunscribe a una reforma del CGPJ. A parecer suyo, una medida simbólica seria derogar la ley mordaza y la ley de secretos oficiales, y alerta que «mantener Fernando Grande-Marlaska al gobierno es un indicador claro que no hará ninguna política de regeneración, sino que solo aspira a mantener el poder». Pastor alerta que si Pedro Sánchez «no dice pronto que quiere decir este punto y aparte, el PP se embravecerá más y tendrá más material para decir que es un cálculo político, un plebiscito sobre su persona”, señala.

Pastor tiene claro que «el PSOE continúa siendo un partido del régimen del 78, un pilar fundamental, razón por la cual no intentará una reforma fundamental como la de la plurinacionalidad». Y es que, remarca este politólogo, «dentro del régimen hay una confrontación potente entre la reforma que pretende integrar dentro del régimen los partidos dichos periféricos, y la contrarreforma de la derecha y la extrema derecha, que justamente busca expulsar estos partidos del sistema», concluye Pastor, que considera que Sánchez ha perdido «una oportunidad de aprovechar el apoyo social para impulsar una reforma del régimen del 78 para democratizarlo».

Por su parte, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid Jaime Ferri también señala que la “regeneración” que plantea Sánchez pondrá el foco en el ámbito judicial y el CGPJ. Pero también en los medios de comunicación: “Por ejemplo, puede plantear no conceder entrevistas y no subvencionar con campañas de publicidad institucional determinados medios. Es legítimo, Obama nunca fue a la FOX, y aquí tenemos muchas FOX”. Ferri cree que el presidente español propondrá cambios, pero «desde un principio reformista, no revolucionario, e intentará hacerlo alargando la mano a la oposición, que desgraciadamente no es autónoma, está secuestrada por Ayuso y los medios reaccionarios». Con todo, Ferri no descarta que en un futuro el PSOE lidere una «reforma del régimen del 78 hacia un estado plurinacional», pero de forma «muy progresiva, paso a paso y ámbito a ámbito», si bien en estos momentos lo da por «imposible» aunque los partidos que sostienen el gobierno presionen el PSOE a cambio de su apoyo. «Son palabras mayores que ahora el PSOE no puede asumir», sentencia.

Comparte

Icona de pantalla completa