Tarraco, capital catalana del imperio romano, ha despertado el lado más guerrero de los Comunes, que arrancan la última semana de campaña fijando una línea roja clara. No es el Hard Rock, del cual ya parece que ni se habla —salvo alguna referencia casi protocolaria, como las de este domingo, en actos de Comunes y la CUP—, sino la vivienda. Los pactos postelectorales centrarán los últimos días de la carrera electoral, y los Comunes avisan al PSC que si quieren sus votos tendrán que situar las políticas de vivienda «en el corazón del gobierno». Directa de Sitges, la emperatriz de Sumar, Yolanda Díaz, ha aterrizado en el mitin con mensajes concretos. Con su vehemencia y retórica habitual, ha arengado a sus compañeros catalanes, pidiéndolos «no bajar los brazos» y «recorrer todos los rincones» hasta el 12-M.

La «reflexión» de Pedro Sánchez ha sacudido el tablero político y ha acabado descolocando a los Comunes, que el 2021 ya vieron como un movimiento táctico del PSC —situando el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, como candidato— los obligaba a remar a contracorriente. Cuatro años más tarde, los Comunes navegan a rebufo de PSC, ERC y Junts, y la vicepresidenta del gobierno español les ha pedido persistir «porque sin esperanza no hay movimiento». Emulando a Pedro Sánchez, Díaz ha insistido que «sí que merece la pena» intentarlo. Ha sido la única diferencia, juntamente con un alegato implacable en contra del Hard Rock, respecto al discurso que la vicepresidenta pronunció el pasado domingo en Hospitalet del Llobregat. Siete días más tarde, Yolanda Díaz continúa pedido a su jefe «hechos y no palabras» a la hora de reformar el CGPJ y revocar la ley mordaza. Por cierto, sobre el conflicto en Gaza, también una novedad: Díaz ha pedido a Sánchez que reconozca el Estado palestino en el próximo Consejo de Ministros.

Aina Vidal, Yolanda López, Yolanda Díaz y Jéssica Albiach, protagonistas esta mañana a Tarragona | Alberto Paredes (Europa Press)

Albiach sitúa la vivienda como línea roja

El mensaje de Yolanda Díaz ha calado en un público que ha soltado varios «bravos» y se ha entregado. Jéssica Albiach ha entendido el mensaje y ha pedido al votante progresista que la lleve en el Gobierno por un diseñar un futuro «de pan y de rosas, de techo y trabajo». Y, por primera vez en campaña, ha especificado que no pactará con Salvador Illa «si la vivienda no es una prioridad». «Lo quiero decir ‘clar i català'», ha insistido después de citar el problema de la vivienda como una «emergencia» que hay que abordar en los primeros días de mandato.

Desde los Comunes quieren que «las tres primeras medidas» que adopte un hipotético tripartito sean en materia de vivienda. Conscientes de que no es una ocupación del PSC –que esto no quiere decir que no sea una preocupación–, los de Albaich ya han hecho la tarea, siempre tosca, de definir las prioridades: insisten en la regulación de los alquileres de temporada, en un impuesto a la especulación (proponen un impuesto del 30% a los compradores que no quieran residir en el nuevo inmueble), y piden impulsar «de una santa vez» la construcción de vivienda pública de alquiler.

«Ni Felipe González quiso Eurovegas»

Con el apoyo explícito de Yolanda Díaz, que considera el Hard Rock «una política fallida», los Comunes han revivido en Tarragona la negativa al macrocasino. Contundente contra ERC y sobre todo contra PSC, la diputada en el Congreso Aina Vidal ha pedido «votar con memoria», acusando a los socialistas de «terraplanismo» –metafóricamente, claro está– y remarcando, como es habitual estos días, un giro conservador de Salvador Illa. «¡Un exministro de Sanidad planteando casinos, mafia, ludopatía y precariedad!, ha exclamado para abrir la vida contra el Hard Rock.

Ben explícita ha estado Yolanda Díaz, remarcando que «incluso Felipe González se puso en contra la barbaridad que era Eurovegas», un proyecto calcado al futuro Hard Rock de Salou. La vicepresidenta del gobierno español ha pedido «coherencia» a los socialistas: «No es coherente que el PSOE se haya opuesto a un proyecto idéntico en Madrid, y en Cataluña quieran poner 1.300 máquinas tragaperras».

La hora de la verdad

Los Comunes descansarán esta tarde y cogerán impulso para el que queda de campaña. Cinco días marcados sobre todo por los debates electorales, que servirán para movilizar (o no) a los indecisos. Algunas encuestas apuntan que un 40% del electoral todavía no ha decidido su voto. Este domingo en Tarragona, Jéssica Albiach ha puesto una primera piedra del que serán las próximas horas, situando la vivienda y los derechos sociales como eje troncal de su discurso. Una apuesta firme con la que los Comunes intentarán atrapar aquellos que no congregan con un Salvador Illa ‘españolizado’ y que apela a gobiernos «transversales». De retruque, Albiach intentará aprovecharse de una ERC que se desploma a las encuestas y deja en el mar de los indecisos nuevos votantes que pescar. Faltan cinco días que serán trascendentales para retener los 8 diputados que los Comunes tienen en el Parlamento de Cataluña.

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