Lo Partit Socialista de Catalunya está dispuesto a pactar con todo el mundo una vez se sepan los resultados de las elecciones del 12 de mayo. Así lo ha comentado este viernes la número 2 de las listas del PSC, Alícia Romero, que ha rechazado «poner vetos» para formar gobierno una vez pasados los comicios y ha defendido la capacidad de llegar a acuerdos con todo el mundo, eso sí, exceptuando al margen de la extrema derecha. En una entrevista a Ser Cataluña, Romero ha recordado que los socialistas ya han cerrado pactos con ERC, Junts y comuns en otras instituciones, reivindicando la capacidad de los socialistas de «pactar con quién toque en los temas importantes«. Todo y esta demostración de pactismo, Romero también ha pedido no avanzar pantallas y esperar, primero, a las elecciones porque su prioridad es poder gobernar en solitario. Por otra parte, la número dos de Salvador Isla ha comentado que la negativa del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de investir el exministro de Sanidad ha asegurado que son «declaraciones maximalistas típicas de campaña» que «no ayudan».
En cuanto a la financiación, Romero se ha asegurado que centrará parte de la campaña y ya ha avisado que quieren evaluar los 14 impuestos propios de Cataluña para eliminar algunos. Según cruz, hay algunos que generan pocos recursos, pero, en cambio, suponen mucha burocracia y ha asegurado que los más afectados son las pequeñas empresas. Sobre la propuesta de Aragonès sobre la financiación particular, Romero ha dicho que es un documento «poco riguroso» y que la «decepcionó». Según cruz, no está bastante trabajado y parece hecho «un poco deprisa y corriendo». En este marco, ha recordado que una de las propuestas de los socialistas es desplegar el consorcio tributario que contempla el Estatuto.

El referéndum divide
Durante la entrevista, Romero también ha comentado la otra gran propuesta de Aragonès de las últimas semanas, el planteamiento de un nuevo referéndum, esta vez pactada con el estado. Todo y la busca del pacto con la Moncloa, la socialista ha vuelto a rechazar la iniciativa porque la considera «divisiva» y ha señalado que esta vía «ya ha generado mucha frustración». Además, lo ha diferenciado de los indultos y la amnistía, que cree que han servido para «normalizar la situación y volver a hacer política de manera razonable». El referéndum cree que implica «repetir un fracaso».