Junts per Ripoll se ha desmarcado del pacto a tres de ERC, el PSC y la CUP para evitar un gobierno de la extrema derecha independentista de Alianza Catalana y se ofrecen a liderar un nuevo acuerdo que les dé la alcaldía de la ciudad. Junts, que perdió cinco regidores el 28-M –los mismos que ha ganado la extrema derecha–, ha lamentado que los tres partidos les hayan «excluido» del pacto a pesar de ser la segunda fuerza más votada en la ciudad. En un comunicado, el partido les acusa de haber «roto unilateralmente» las negociaciones y de «tirar recto» para formar un gobierno alternativo que, a pesar de todo, necesita los votos de Junts para salir adelante.
La cabeza de lista de Junts per Ripoll, Manoli Vega, aseguró el día siguiente de las elecciones que no se sentía legitimada para liderar un gobierno alternativo porque habían recibido un «voto de castigo». Ahora, a cuatro días del pleno para constituir el Ayuntamiento, el partido ha cambiado de opinión y apuesta por encabezar las conversaciones con las «fuerzas políticas centrales» y llegar a un «gran pacto por Ripoll». ERC, el PSC y la CUP anunciaron el martes que habían llegado a un acuerdo para hacer un gobierno progresista en la ciudad y pedían a Junts que les apoyara desde fuera.

Negociaciones envenenadas con injerencias de Barcelona
Las negociaciones para formar un gobierno alternativo a la extrema derecha en Ripoll se han envenenado después de que la presidenta de Junts, Laura Borràs, hiciera un polémico tuit donde aseguraba estar en contra de los cordones sanitarios, incluidos los que tienen que aislar a la extrema derecha. La ejecutiva nacional del partido la desautorizó y aseguró que Junts estaría en el pacto para evitar el gobierno de Alianza Catalana en Ripoll, pero dejó en manos de la sección local de la formación la concreción de los detalles. El anuncio de la dirección del partido contrarió a Junts per Ripoll, que exigió más autonomía.
De hecho, el lunes estaba prevista una reunión de las cuatro fuerzas, pero Junts canceló a última hora su asistencia, una maniobra que dejó «descolocados» a ERC, el PSC y la CUP, que optaron para hacer público su acuerdo sin esperar al posicionamiento de Juntes per Ripoll. Ahora, el partido de Manoli Vega recuerda que son «imprescindibles» para formar un gobierno alternativo y reclaman un papel protagonista. «No se puede pretender hacer un acuerdo viable de futuro en Ripoll sin contar con la segunda fuerza más votada», lamentan. «Las fuerzas que han forjado este pacto han ninguneado a Junts per Ripoll, pidiendo una adhesión gratuita sin negociar con nosotros».