El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha irrumpido en la campaña de las elecciones catalanas del próximo doce de mayo para pedir el voto por Junts y Carles Puigdemont. Pocas horas antes del inicio de la campaña, Pujol aseguró, en una cena con militantes en Martorell, que «votaré Junts. Rotundamente votaré Junts. Ahora toca Junts. Y votaré el Puigdemont», ha asegurado Pujol. Según Pujol, la lista que encabeza Puigdemont es «la que más se acerca al que fue Convergència» y la que sigue siendo continuadora de su «tradición». Así mismo, Pujol pidió a los votantes no dejarse «llevar por el desánimo» y dar su apoyo a la candidatura de Juntos que, de manera clara, también significa votar a Puigdemont.
Después de ver el claro posicionamiento de Pujol, Puigdemont le agradeció el gesto a través de una publicación a X, el antiguo Twitter. En el texto, el presidente al exilio recuerda un acto de campaña que Pujol hizo a Girona en 1980 -cuando encara Puigdemont no podía votar- en el cual le impresionó «la fuerza y la determinación para levantar Cataluña después de la larga noche del franquismo».

Puigdemont sugiere a Sánchez una cuestión de confianza
Este no fue el único posicionamiento de Puigdemont sobre la campaña a través de las redes. Este miércoles por la noche, el presidente en el exilio también sugirió al presidente español, Pedro Sánchez, a presentarse una cuestión de confianza y «aclarar todas las dudas que ha desatado» el anuncio del periodo de reflexión, si no es que se trata de un «movimiento táctico». A la vez, aprovechó para reivindicar que «ahora más que nunca hay que ser firmes ante Madrid y sus crisis políticas inacabables, porque el que realmente está en juego es el futuro político de Cataluña, no el de un partido ni el de un primer ministro».
A la vez, recordó que «alguien que se define a través de un libro que titula ‘Manual de resistencia’ y que es conocido por su capacidad de resiliencia, no parece que tenga que ser demasiado vulnerable a las críticas que recibe. Por más salvajes y deshumanizadoras que sean. La política española y mucha prensa de Madrid es una realidad muy salvaje, pero quien se pone ya lo sabe», reflexionó Puigdemont.