El diputado de la CUP Xavier Pellicer ha avisado este jueves a Junts que «una amnistía sin autodeterminación será poco más que unos indultos 2.0», es decir, que no aportaría ninguna ventaja nueva por la situación actual de Cataluña. Así lo consideran los anticapitalistas después de que el presidente al exilio, Carles Puigdemont, haya fijado la ley de amnistía como una de las condiciones previas a negociar con los socialistas una posible investidura de Pedro Sánchez. «No se puede disociar la liberación del país de la amnistía. Y parece que esto es el que puede estar pasando. Tenemos la sensación que Junts se está poniendo al mismo callejón sin salida donde ya se puso ERC», espeta.
Pellicer también se ha querido referir a la reforma del Reglamento del Congreso porque se pueda hablar catalán dentro de la cámara baja que se registró este pasado miércoles. Desde la CUP consideran que se ha puesto el foco por el catalán en un contexto poco acertado, puesto que creen que servirá de bien poco «llenar» el Congreso de catalán en cuanto a las aulas se «vacía». Todo y sus reproches, pero, Pellicer también ha querido recordar que el diputado cupaire en la anterior legislatura Albert Botran fue expulsado del hemiciclo para utilizarlo; y también ha puesto el foco que la entonces presidenta de la cámara baja, que renunció ayer a su acta, Meritxell Batet, ha impedido durante todo su mandato que se hable catalán en el Congreso a pesar de ser catalana y a pesar de que el reglamento no lo impide.

Guerra abierta por el catalán
El diputado cupaire también ha cargado contra el Gobierno, puesto que considera que se han mostrado muy «inactivos» ante «la ofensiva» en todo los Países Catalanes contra la lengua. Una ofensiva que se ha visto muy clara con los acuerdos que han cerrado la extrema derecha y el PP en el País Valenciano, en Aragón o en las Baleares, pero que también se vive en Cataluña. De hecho, Pellicer ha asegurado que en este curso escolar hay 26 aulas que tendrán que aplicar el 25% de clases en castellano. Y lo ha atribuido al marco legal aprobado por PSC, comunes, Juntos y ERC que, según ha dicho, «pone las bases para que el castellano pueda ser lengua vehicular en las escuelas catalanas. En este sentido, también, Pellicer ha acusado la consejera de Educación, Anna Simó, de seguir un modelo «continuista» con el que había propuesto Cambray.