El presidente de la Generalitat Pere Aragonès viajará el próximo miércoles a Madrid para defender la propuesta de financiación singular. Según han confirmado fuentes de presidencia en este diario, Aragonès se dirigirá a la capital española para reivindicar el proyecto entregado este martes por la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas Guix, en un almuerzo informativo. En un momento de inestabilidad parlamentaria tanto en el Estado como Cataluña, Aragonès marca así perfil respecto de sus dos principales rivales de cara a las elecciones del 12 de mayo, Juntos y el PSC, con una reivindicación que Economía ha ido consolidando en las últimas semanas.
Las patas de la propuesta, justo es decir, serán cortas: la convocatoria electoral deja en espera buena parte de las grandes decisiones de la Generalitat, a pesar de que el mismo Aragonès ha defendido que «el Gobierno continuará gobernando» durante las semanas que hay por delante. El callejón sin salida catalán, además, ha conseguido frenar también la gestión económica del Estado, donde Moncloa ya ha paralizado la aprobación de sus presupuestos a la espera de una resolución en Cataluña. A pesar de esto, la defensa del modelo de financiación singular –unida a otras grandes propuestas económicas, también recogidas en los Presupuestos, como por ejemplo la cancelación del 20% del FLA– aparece como un importante acto de campaña ante las operaciones de unos socialistas que aparecen como ganadores en las primeras encuestas. También de Juntos, que confían parte de sus posibilidades electorales a la carta del retorno del presidente al exilio Carles Puigdemont, una reavivada de las dinámicas del Proceso que podría ir contra los intereses de Esquerra Republicana de Cataluña
Contra los 22.000 millones
Mediante esta propuesta, el Gobierno se plantea superar el enquistamiento del modelo de financiación española, caducado desde el año 2014, bajo la presidencia española de Mariano Rajoy. El departamento dirigido por Mas Guix recoge a la propuesta de presupuestos de la Generalitat para el 2024 –finalmente rechazada por el Parlamento–, el sistema de distribución de recursos del Estado habría causado un déficit fiscal acumulado próximo a los 22.000 millones de euros en el periodo que va desde el 1986 hasta el 2021. Según el mismo documento, Aragonès reivindicará a Madrid un modelo «basado en los principios de autonomía tributaria, suficiencia financiera y responsabilidad fiscal»; una estructura potencialmente similar a la de los conciertos vasco y navarro que permita en Cataluña gestionar sus propios recursos. Tal como ha defendido la consejera, de hecho, mediante la financiación singular, el ejecutivo «pasaría de recaudar el 9% al 100% de los impuestos generados en Cataluña».