El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, espera abordar el conflicto sobre el catalán en el Parlamento Europeo en octubre. Concretamente, Albares espera reunirse a lo largo del de este mes con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, para abordar la petición del Estado porque el catalán, el vasco y el gallego se puedan utilizar a los plenos, según han explicado fuentes de Exteriores. En caso de que las agendas no permitan el encuentro, el ministro y Metsola mantendrán una conversación por teléfono. En este sentido, la Moncloa sostiene que tanto el uso del catalán en el Parlamento Europeo como su oficialidad en la Unión Europea son una «prioridad» del ejecutivo, puesto que quiere que se reconozca el carácter «plurinacional» del Estado español en la UE.
Todo y esta voluntad de encontrarse, de momento, Albares no ha recibido respuesta en la carta que envió a Metsola el pasado 24 de septiembre. A la misiva, el ministro recordaba que el uso del catalán en la Eurocámara es un «asunto prioritario para el país» y le pedía poder «abordar personalmente» la cuestión con ella. Según fuentes de Exteriores, la carta no buscaba una respuesta de Metsola, sino abrir el escenario de un cambio en el reglamento que permita que las lenguas cooficiales españolas se puedan utilizar con normalidad en el Parlamento Europeo.

Primeros contactos
A pesar de no haber recibido respondida ninguna respuesta de Metsola, los dos equipos ya han mantenido unos primeros contactos para establecer día y hora para este encuentro que tendría que tener lugar durante este mes. Hoy por hoy, admiten, pero que no hay fecha establecida, y si las agendas la hacen imposible, el ministro abordará la cuestión con la presidenta del Parlamento Europeo por teléfono.
Exteriores asegura que la petición a Metsola es absolutamente compatible con la otra aspiración de conseguir el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Unión Europea, una vía que necesita la unanimidad del Consejo. Este lunes, Albares apuntó que estaba dispuesto a ir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para hacerlo posible. El ministro aseguró que las «reticencias» por parte de los Estados miembros, que tendrían que aprobar el cambio del reglamento lingüístico por unanimidad, provienen de los países donde el PP europeo gobierna con la ultraderecha, y, por tanto, son eminentemente «políticas» y condicionadas por los populares españoles.
Una acusación que el portavoz del PP, Borja Sémper, negó taxativamente. De hecho, el portavoz popular afirmó que Albares pretende «engañar» los catalanes, porque las resistencias «no vienen de un partido político concreto o de una orientación ideológica concreta a Europa», sino que son «transversales». La dificultad para la oficialidad del catalán, dijo el portavoz de los populares, nacen «de una normativa europea de funcionamiento de las instituciones europeas».