Tamara Falcó ha vuelto a
Siempre se dice esto de que la novia hace esperar al novio y que, por eso, la ceremonia acaba atrasándose. En su caso, sin embargo, parece que la espera fue exagerada. ¿Cómo ha justificado esta parte? «Vosotros estabais esperando, ¡pero yo también!», ha dicho sin especificar cuál era el problema entonces. sus
Tampoco les gustó que la gente fuera pidiendo el micrófono para ofrecer un discurso tras otro, hasta el punto que Juan del Vale dice que contabilizó «más de 32«. Para Pablo Motos, lo peor es que hubo alguno en inglés que él no acabó de entender: «Es muy humillante cuando todo el mundo se ríe menos tú». Tamara Falcó también ha querido quedar bien aquí: «A los Falcó nos gusta mucho dar discursos y los Onieva quisieron competir».

Tamara Falcó ignora las críticas y dice que ella fue muy feliz el día de su boda
La queja que más daño debe de haberle hecho tiene que ver con el convite, como decíamos. Después de pagar una millonada por eso, ahora van estos invitados y le dicen que se quedaron con hambre. Tamara Falcó ha explicado que les costó mucho ponerse de acuerdo con Íñigo para ver si hacer una cena a base de tapas o una más clásica con primero, segundo y postre. Al final hirieron 20 canapés y, posteriormente, una cena. Nuria Roca dice que le daba miedo llenarse en el aperitivo porque quería reservarse por los platos de después y que esto fue un error porque, posteriormente, los platos que sirvieron eran ridículos en cuanto a la cantidad.
Pablo Motos, por su parte, también ha querido emitir una queja. En su caso, hacia el resto de invitados porque parece que todo el mundo quería hablar con él y no le dejaron tranquilo: «Todo el mundo me preguntaba y me felicitaba por mis entrevistas a los políticos y no me dejaban comer. ¡Incluso un hombre me preguntó al respeto cuando yo estaba en el lavabo!».

Ella, no obstante todo esto, dice que quedó muy satisfecha y que siempre recordará con cariño aquel día: «Yo estaba tan contenta y fue todo tan bonito… Es precioso ver la gente a quien aprecios allá, ¡que se han molestado en ponerse guapos! Aunque la ceremonia fuera larga o la comida pobre». Ha estado entonces cuando los otros se han dado cuenta de que, quizás, se habían pasado: «Fue una boda preciosa y muy divertida. Tú estabas radiante», han coincidido.