Rosalía está de celebración esta semana. La artista catalana ha sumado una nueva vuelta alrededor del sol este 25 de septiembre. Para compartir su 33º cumpleaños, la motomami se ha sincerado con sus seguidores a través de una carta abierta muy íntima y personal. Hace años que la vemos compartir las grandes fiestas de cumpleaños donde el lujo y el desfase nunca faltan, pero parece que este año ha decidido rebajar esta intensidad y abrirse en canal a través de un escrito muy tierno y lleno de reflexiones.

La carta abierta de Rosalía: ¿qué ha dicho para celebrar su cumpleaños?
Rosalía se encuentra en una era de producción máxima, preparando todos los detalles para su próximo álbum. Este ritmo frenético también ha estado presente en un día tan señalado como es su cumpleaños, y por eso ha sorprendido tanto con sus palabras y confidencias. A través de su perfil de Instagram, ha publicado una fotografía de ella de pequeña soplando las velas con un enlace hacia una página donde ha compartido el texto.

Bajo el título «Cumpleaños feliz», Rosalía ha elaborado un texto lleno de referencias familiares, pero con un trasfondo crudo como es hacerse mayor mientras tu vida no se detiene y nunca tienes la sensación de estar en tu casa. «Es un día en que brindan por ti o te entonan un canto dodecafónico popularizado como ‘el cumpleaños feliz’ añadiendo para siempre la presión del feliz porque no solo es cumpleaños, es cumpleaños-feliz«. Confiesa que tiene una relación extraña con su edad, como si quizás hubiera dedicado todo su amor a las letras sin estar tan atenta a los números. Este año la cantante catalana cumple 33. «El número 3, número divino. El 33, la Santísima Trinidad dos veces. Cristo murió a los 33. La columna vertebral se compone de 33 vértebras al nacer, el alfabeto ruso contiene 33 letras, el 33 de la tabla periódica es el arsénico y en numerología el 33 es considerado un número divino. El código de Francia es +33, donde espero poder vivir en algún momento de mi vida«, escribe.
Un recuerdo para sus dos abuelas
Rosalía recibe su nombre gracias a su abuela Rosalía, de quien ha hablado en este texto tan personal. «Mis dos pasteles favoritos de siempre son la Sacher de frambuesas y el gateau breton. Mi abuela Rosalía, a quien le debo mi nombre, solía ir cada año de viaje a un pueblo de Francia llamado Caussade». De su abuela Lucrecia recuerda cómo el día de su cumpleaños, la mujer le ponía dinero en el bolsillo. Aunque admite que de pequeña no le gustaba su nombre, ahora «no lo cambiaría por nada del mundo».

Un cumpleaños diferente
Este año su cumpleaños la ha atrapado en Los Ángeles trabajando. «No sé qué pasa que no me apetece celebrarlo a lo grande ni como lo he hecho antes. ¿Me estará invadiendo la mítica y aterradora idea de organizar algo y que no venga nadie?», expone. Es cierto que los últimos diez años los ha pasado en movimiento, fuera de casa y con personas muy diferentes el día de su cumpleaños. «¿Cuando tu vida es nómada no tienes casa? ¿Tu casa eres tú mismo? ¿Tu casa es tu habitación de hotel? Me pregunto qué clase de ser humano está diseñado para construir y destruir su casa cada día», se cuestiona Rosalía. Con los años se ha dado cuenta de que las pequeñas cosas que le gusta celebrar no tienen nada que ver con grandes fiestas. Pequeños placeres como que su hermana Pili se ría de alguna broma, que su sobrino crezca y aún quiera jugar con ella o tener menos de cinco adicciones, entre muchas otras.
«Finalmente diré que evidentemente soplaré unas velas. Porque parece que una vez al año, solo durante los segundos mágicos antes de soplar, se abre un portal donde puedes pedir lo que sea que se te concederá – y aquí es cuando hay que aprovecharlo y pensar rápido y soplar fuerte y decir poco y sonreír mucho», finaliza el texto. Una publicación que pocas horas después de salir a la luz acumula más de 3.000 likes, 774 comentarios y 746 republicaciones. Una manera de compartir las reflexiones de un día especial y poder conocer la parte más íntima y personal de la artista catalana más internacional.