Malú ha sacado a la luz un episodio sobre su pasado que era desconocido para muchos. La cantante se ha sincerado en un pódcast como pocas veces lo había hecho, también sobre los problemas alimenticios que ha tenido que superar sin que nadie lo supiera. Por primera vez, ha explicado que luchó contra la anorexia durante bastantes años y ha dado detalles al respecto: «Habría sido un escándalo mediático que se supiera y no queríamos que lo fuera».
En su caso, tuvo varios episodios en los que comía menos de lo debido: «Me obsesioné por estar delgada y la cosa se me fue bastante de las manos. Yo seguía trabajando y con mil cosas a la vez, lo que hacía que no pudiera centrarme en eso. El problema venía y se iba, hasta que dejó de irse… Y, un día, dije que ya era suficiente«, confesó ante Vicky Martín Berrocal.
Malú se debatió sobre qué hacer durante un montón de años, dice, pero se dio cuenta de que la situación se le escapaba: «Llegué a quitar todos los espejos y las básculas de casa para no ver constantemente mi imagen. Yo continuaba trabajando y, poco antes de publicar Guerra fría, en 2010, estuve un mes sin poder dormir«. En una conversación con un amigo que es médico, le recomendó acudir al psiquiatra y eso la ayudó a dar el paso.
Nunca la llegaron a diagnosticar con anorexia, ya que el especialista le dijo que tenía conductas anoréxicas sin llegar a serlo porque no se había forjado desde antes. Me convencí a mí misma de que no estaba enferma y hasta hoy: «Nunca lo había contado porque tampoco sabía cómo hacerlo«.

Malú se sincera sobre los problemas que ha tenido que superar a lo largo de los años
En otra parte de la entrevista, Malú ha confesado que ha sido muy dura consigo misma porque tiene una exigencia «muy enfermiza» con ella misma: «Me he hecho mucho daño. Lo hacía todo para la música y para los conciertos, nada para mí. Hacía cosas brutales y me parecían terribles… Nada me valía y decía que no a todo. He hecho un montón de cosas preciosas que he acabado sufriendo, que no las he disfrutado«.
La terapia le ha ayudado muchísimo y tiene claro que nunca dejará de hacerla: «No está mal que nos den herramientas para gestionar las emociones porque las emociones nos destrozan». Ahora vive sin tanta inseguridad y es consciente de que debe criar a su hija libre de miedos y complejos.