Itziar Castro murió el pasado 7 de diciembre por culpa de una parada cardiorrespiratoria a los 46 años en medio de un ensayo en la piscina municipal de Lloret de Mar. La pérdida repentina de la actriz catalana generó un gran zarandeo en todos los ámbitos, una profesional y activista a quien se aplaudió mucho en aquel momento. Le han homenajeado varias veces, la última vez esta misma semana en el Centro Cultural María Victoria Atencia. Su madre ha acudido a este tributo que ha preparado el mundo del cine y, visiblemente emocionada, ha dedicado unas palabras muy duras en las que lamenta lo que ha pasado.
Lucía Rivadulla ha hablado con los medios y agencias de comunicación que se han congregado en las puertas. Entristecida, se ha pronunciado minutos antes de que empezara la compilación de imágenes y testigos que habían preparado para recordar a su hija: «No puedo entender el fenómeno Itziar, me cuesta entenderlo. Supongo que es porque ella dio mucho cariño y mucho amor. Me he dado cuenta de que hay mucha gente que le aprecia de todas las escalas. Ella sembró amor e hizo una gran cosecha, ahora lo que está recibiendo es increíble», ha asegurado en unas palabras de agradecimiento ante el micrófono de

«Itziar daba más para la gente humilde y aquellos que más lo necesitaban. Yo misma le he visto firmar autógrafos a gente
La madre de Itziar Castro, muy triste por su muerte después de unos últimos años muy unidas
La mujer ha asegurado que siempre han sido una familia «muy unida» y que la muerte de la hija ha sido un golpe durísimo. Reconoce que la echa mucho de menos, ya que la actriz la llamaba «casi cada día»: «Ella se dedicó a hacerme feliz después de la pandemia. Me descubrió un montón de lugares y consiguió que hiciera todo lo que no había podido hacer durante muchos años. Me hizo disfrutar lo que no había disfrutado».

«Yo con ella me sentía muy protegida y, quizás, necesitaba que yo la protegiera a ella«, ha acabado confesando muy entristecida en unas palabras que demuestran que debe de estar pasándolo muy mal en estos primeros meses sin ella. Ningún padre tendría que vivir la muerte de un hijo, sobre todo con una edad tan joven como su caso.

