Para muchos espectadores de la televisión de Catalunya, Tomàs Molina es una de las caras estrella y más reconocidas. El presentador del tiempo de TV3 se ha convertido en uno de los imprescindibles de la pequeña pantalla y ha logrado hacerse con una figura más allá de los platós. Esta vez, los espectadores lo han podido ver muy alejado de su tema estrella. Dejando atrás la previsión meteorológica, la lluvia y el viento, Molina se ha sentado frente al micrófono del programa Afers interiors, un espacio de Som EVA en el que ha hablado sobre el sexo, las relaciones afectivas con el paso de los años y una anécdota de un viaje hilarante.
Tomàs Molina habla de sus relaciones íntimas
A menudo es curioso poder ver a los personajes de la televisión catalana alejados de su profesión. Aunque siempre se le relacionará con las previsiones meteorológicas de los Telenotícies de TV3, su intervención en el programa ha permitido ver una cara hasta ahora desconocida, además de intentar acabar con el tabú del sexo cuando se habla de adultos o personas mayores. La sexóloga Beti Badia conduce este espacio en el que Tomàs Molina ha mostrado su vida más íntima. En la primera parte de la entrevista, el meteorólogo se ha sometido a un test de preguntas donde ha confesado que no tiene muchas exnovias y que nunca sería capaz de poner los cuernos. “No se me pasaría por la cabeza, creo que es algo de vuestra generación», apunta.
Este espacio del programa abre la puerta a las consultas de los jóvenes, quienes han recibido los consejos y reflexiones de Tomàs Molina. «A mí me hace gracia que los jóvenes penséis que los padres no hemos sido jóvenes. Sin penetrar no habríamos tenido hijos», reflexiona riendo. La conversación ha puesto sobre la mesa la visión de los padres y los hijos respecto a la salud sexual y cómo romper el tabú.
El matrimonio de Tomàs Molina y una anécdota muy divertida
El meteorólogo catalán también ha reflexionado sobre su matrimonio. Casado desde el año 1991 con su esposa, Maria Antònia, ha recordado una anécdota muy divertida durante un viaje a Nueva York. Hablando sobre infidelidades y fantasear con otras personas, Molina ha confesado un caso muy divertido que les ocurrió. «Yo me acuerdo cuando éramos jóvenes que fuimos a Nueva York, con mi mujer, y de repente, en el hotel tenían como películas porno».
En ese momento se quedaron sorprendidos aunque admite que «no eran grandes consumidores«, aprovecharon la oportunidad. «La verdad es que no éramos bastante consumidores, pero como estaba allí en el canal pues lo dejamos. Nos divertimos. Yo creo que el sexo debe tener la parte más divertida, de reírse». En definitiva, una manera muy diferente de conocer detalles personales de esta celebridad televisiva tan querida en Catalunya.
