¿Cómo será tener a Carlos de Inglaterra como vecino? ¿Será de esos que ponen la música a todo volumen un sábado temprano? ¿O de esos a los que puedes acudir cuando necesitas un poco de azúcar o harina para una receta? Más allá de eso, el monarca británico parece haber enfadado a sus vecinos cerca de su finca en Norfolk, ubicada en Sandringham. El padre de Guillermo y Harry de Inglaterra habría planificado una serie de reformas que no han convencido a los vecinos de la zona, quienes lo consideran «muy peligroso». ¿Qué ha hecho el royal británico para desatar a sus vecinos?
Una reforma que huele muy mal
Hace unos años que Carlos de Inglaterra ha mostrado su compromiso para adaptarse al medio ambiente y ser un poco más sostenible a través de algunas reformas que ha aplicado en su mansión de Norfolk. Un espacio que ha llenado con zonas que ayuden a contribuir a esta causa como un parque solar o un jardín apto para abejas, pero parece que su próximo movimiento ha levantado cierta polvareda con los vecinos, según explica la revista HELLO!. Según el citado medio, Carlos de Inglaterra habría presentado al ayuntamiento de la zona unos planes para añadir «un pozo para acumular purines, más bien una balsa, que se utilizará para almacenar estiércol de animales». Más allá de lo que supone tener este elemento cerca de casa por el olor que desprenden los excrementos, los habitantes que viven cerca han mostrado su preocupación por la instalación y lo que puede suponer para la vida del pueblo.

¿Qué dicen los vecinos sobre esta reforma?
Más allá del olor que desprende, como decíamos, esta laguna llena de estiércol, los habitantes de un pueblo cercano a Norfolk, Flitcham, han alzado la voz para hablar de las «implicaciones para la salud» que pueden generar estos residuos. Según las declaraciones de uno de los vecinos del royal británico que ha recogido la revista, su preocupación más grande reside en los peligros que pueden desprender estos pozos de purines. «Son extremadamente peligrosos y suponen un riesgo significativo de muerte o lesiones graves debido a los gases tóxicos». Parte de la población vecina parece extremadamente preocupada por todo esto, sobre todo por la proximidad que hay de una escuela. «El pueblo tiene una escuela primaria y una alta proporción de residentes de edad avanzada cuya salud podría verse afectada», exponen.

Las opiniones de los vecinos son claras y se muestran en contra de esta propuesta que ha planteado el esposo de Camilla y que, por ahora, aún no ha sido aceptada por el ayuntamiento. «Nos oponemos firmemente a esta propuesta por las siguientes razones: preocupación por la salud, molestias por olores extremos, un grave riesgo de devaluación de las viviendas y la disminución de los turistas que visitan la zona», recogen desde el citado medio.
¿Y qué quiere hacer Carlos de Inglaterra con esta reforma? La creación de estas «lagunas de almacenamiento» supondría unos fertilizantes que podrían abastecer unas 2700 hectáreas que se dedican a cultivos de trigo, avena o cebada, entre otros. «El emplazamiento tiene una ubicación ideal para satisfacer las necesidades de capacidad de almacenamiento, ya que se encuentra en el centro de la red de campos en cuestión y está rodeado visualmente por la vegetación madura que forma los límites de los campos, lo que minimizará el impacto visual de la estructura en el paisaje en general», recoge la declaración presentada. Sea como sea, aún no se sabe quién ganará esta batalla. ¿Conseguirán detener la reforma del monarca británico?

