La familia real británica se prepara, un año más, para las fiestas de Navidad. Es conocido por todos que allí dentro hay muy mal ambiente, sobre todo desde que Harry y Meghan Markle renunciaron a sus títulos para irse a vivir al otro lado del océano. Ahora se suma otro expulsado de la lista de invitados, el príncipe Andrés a quien han echado después de sus escándalos por la implicación en el caso Epstein. El resto se dará cita en la casa de campo que tienen en Sandringham con Carlos de Inglaterra como anfitrión. ¿Qué se sabe de estas grandes comidas? Pues, precisamente, acaba de salir a la luz la prohibición que hace el monarca cada año y que ha decidido mantener también en este 2025.
Carlos III no quiere que sus nietos usen los teléfonos en la mesa en esta gran reunión familiar, por lo que deja claro en la invitación que no estarán permitidos los teléfonos. La revista británica OK ha podido hablar con una fuente interna que confiesa que está «totalmente prohibido» acceder al comedor con el teléfono y, por supuesto, que no se pueden hacer fotos privadas porque temen que acaben saliendo a la luz. Estas comidas forman parte de su intimidad y así quieren que siga siendo, dicen.
Este rumor también ha llegado a la prensa alemana, ya que el diario Bunte asegura que la familia solo permite que sean los fotógrafos oficiales quienes los retraten durante estos días de Navidad: «Se prohíben los teléfonos, las fotos y los selfies. Solo se podrán publicar fotos, y de manera muy cuidadosa, si antes han sido previamente estudiadas«. El motivo no es otro que la familia quiere evitar que momentos poco favorecedores del rey, por ejemplo mientras come, acaben publicándose sin filtro.

Carlos de Inglaterra anuncia que se está recuperando bien del cáncer que padece
Carlos de Inglaterra ha vivido su cáncer de una manera muy hermética, pero hace solo unos días rompió este silencio para compartir una buena noticia sobre el tema. Lo hizo en un mensaje público que emitió Channel 4, en el cual compartía que «gracias a una detección precoz, una intervención eficaz y el cumplimiento en las prescripciones médicas», su programa de tratamiento oncológico» podrá reducirse el próximo año».
Era febrero de 2024 cuando el monarca anunciaba que le habían detectado cáncer. Ahora, casi dos años después, recibe buenas noticias de los médicos y no puede estar más contento: «Es un éxito y una bendición personal que sirve como testimonio de los notables avances que se han conseguido en el tratamiento del cáncer en los últimos años. Me ha conmovido, a lo largo de mi experiencia con esto, la gran comunidad de atención que rodea a cada paciente con cáncer«. En su caso, la detección precoz ha marcado la diferencia y le ha permitido continuar llevando «una vida plena y activa» también durante el tratamiento.

