El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue aumentando el tono y sus derivas totalitarias. Trump ha apostado por aumentar el castigo para los casos de homicidio en Washington D. C. y propone condenarlos con la pena de muerte para luchar contra la delincuencia. «Si alguien asesina a alguien en la capital, pena de muerte», pide el presidente estadounidense en declaraciones recogidas por Europa Press. Trump ha señalado que buscarán aplicar la pena de muerte -abolida de la capital estadounidense desde hace décadas- para aquellos que cometan un homicidio y reconoce que se trata de «una medida preventiva muy fuerte».
Trump, sin embargo, presume de aquellos que le apoyan y ha asegurado que «todos los que han escuchado (la medida) están de acuerdo». Una medida, no obstante, que suscita dudas incluso al presidente estadounidense, quien ha mostrado dudas de su propia propuesta. «No sé si estamos preparados para esto en este país», ha señalado. El líder de EE.UU. se muestra firme a pesar de sus dudas y ha asegurado que para hacer más efectivo su plan para reducir la criminalidad en Washington D. C. «no tenemos otra opción». Trump, además, ha abierto la puerta a recuperar la pena de muerte en el resto del estado aunque ha señalado que tendrán que ser esos estados los que «tendrán que tomar su propia decisión».
Trump pide un año de prisión para quien queme la bandera americana
El pasado lunes, por otro lado, Trump firmó una orden ejecutiva en la que instaba a los fiscales a presentar cargos penales contra quien queme la bandera de los Estados Unidos, especialmente en manifestaciones o protestas, lo que supone un nuevo giro hacia un autoritarismo trumpista. «El fiscal general priorizará la aplicación, en la máxima medida posible, de las leyes penales y civiles de nuestra Nación contra los actos de profanación de la bandera estadounidense que violen las leyes aplicables», ha señalado un Trump que ha querido destacar que la bandera estadounidense «es el símbolo más sagrado y preciado de los Estados Unidos y de la libertad, la identidad y la fuerza estadounidenses» y ha defendido que «durante casi dos siglos y medio, miles de patriotas estadounidenses han luchado, derramado sangre y muerto para que la bandera estadounidense ondee con orgullo».

«Quemas una bandera, un año de prisión», ha sentenciado un Trump que ha señalado que «la bandera estadounidense es un símbolo especial en nuestra vida nacional que debe unir y representar a todos los estadounidenses de todos los orígenes y condiciones sociales» y ha destacado que «profanarla es particularmente ofensivo y provocador».