Occidente prepara nuevas sanciones económicas para “asfixiar” a Rusia y parar su “maquinaria de guerra”. Los líderes del G7, que están reunidos en Hiroshima (Japón), ha confirmado que impondrán una nueva tanda de sanciones “coordinadas” contra Moscú para «reducir todavía más la capacidad de Rusia de continuar con esta agresión ilegal”. El objetivo del G7 es atacar la línea de flotación de la industria armamentística rusa, que tiene una gran dependencia de componentes extranjeros para funcionar.
“Ampliaremos las sanciones para garantizar que las exportaciones de artículos esenciales para Rusia y su guerra de agresión, incluidos los que usa en el campo de batalla, quedan restringidas en todo el mundo”, dice el comunicado del G7. Los líderes occidentales también tienen en su punto de mira a las entidades y empresas que trasladan material Al frente de guerra, que se han especializado en esquivar las sanciones actuales. También exigen a países como Irán que “dejen de dar apoyo material a la agresión de Rusia de manera inmediata”.

Zelesnki viaja a Japón para reunirse con el G7
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, viajará a Japón para participar en la cumbre del G7, según ha confirmado el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov. “Allí se decidirán cosas muy importantes y, por lo tanto, la presencia del presidente es absolutamente esencial para defender nuestros intereses y presentar propuestas y argumentos claros sobre el que pasa en Ucrania”.
Las sanciones del G7 también buscan acabar con los vacíos legales del sistema bancario mundial que han permitido en Rusia “eludir las sanciones financieras”. La intención es reducir los ingresos que tiene Rusia por la venta de petróleo y gas.
Rusia contraataca con un viaje a China
El primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin, ha anunciado que la semana que viene hará un viaje oficial a China, donde se reunirá con el presidente del país, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Qiang. El Kremlin ha explicado que el viaje es para fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos países, en especial en sectores clave como la industria, la energía, las infraestructuras y la agricultura. China es el principal aliado de Rusia y hasta ahora ha mantenido cierta equidistancia en la invasión de Ucrania. A finales de marzo, Xi Jinping viajó a Rusia para reunirse con Vladímir Putin para discutir la letra pequeña del plan de paz que impulsa Pekín para acabar con la guerra.