Los líderes europeos, a pesar de las reticencias y críticas, esperan el resultado de la reunión bilateral que mantendrán este viernes el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en Alaska. Un encuentro que el mismo inquilino de la Casa Blanca ha admitido que puede fracasar, aunque, en principio, de esta cumbre no debería salir un borrador de acuerdo de paz para poner fin a la guerra de Ucrania. A pesar de la desconfianza de Trump, los líderes europeos confían en que, después de esta cumbre, pueda facilitarles de alguna manera su visión del encuentro en Alaska con su homólogo ruso.
En detalle, fuentes europeas consultadas por Europa Press prevén que la Casa Blanca mantenga un nuevo contacto con los líderes europeos. Esta nueva llamada llegaría pocos días después de la última reunión que Trump mantuvo por videoconferencia con líderes de varios países, entre ellos Francia, Alemania y el Reino Unido, y también con los máximos responsables de la OTAN, de la Comisión y el Consejo europeos. A pesar de las expectativas de la cumbre de Alaska, los líderes europeos también han querido dejar clara su postura y han cerrado filas, una vez más, con el líder de Kiev, Volodímir Zelenski, ya que aseguran que forman un frente común. De hecho, este fue uno de los principales motivos por los cuales criticaron la cumbre entre Trump y Putin, ya que lamentan que Ucrania no esté representada.

Francia extiende la mano a Ucrania
Uno de los países que ha fortalecido más la relación con Ucrania en las últimas semanas ha sido Francia. De hecho, fuentes de la presidencia francesa aseguran que Emmanuel Macron ha mantenido conversaciones con Zelenski en los últimos dos días, y también detallan que ya están ultimando una reunión presencial para el «momento que sea más útil y eficaz». Aunque no se ha fijado ninguna fecha para el encuentro, las mismas fuentes aseguran que se producirá después de la cumbre de Alaska, ya que de esta manera el líder europeo contará con la información que le transmita Trump.