La histórica actriz Diane Keaton ha muerto a los 79 años, según ha adelantado la revista People. La leyenda de Hollywood, conocida por sus papeles en Annie Hall o El Padrino, deja atrás una de las carreras más exitosas del cine reciente, a partir de sus éxitos en los años 70. Entre otros, es conocida por haber sido una de las musas del director Woody Allen, con quien también compartió una relación sentimental. Entre las películas en las que colaboraron destacan Manhattan, La última noche de Boris Gruixenko o El Dormilón, entre otras. La familia de la actriz ha confirmado que ha fallecido, pero aún no se conocen las causas, según el mismo medio.

Nacida Diane Hall en Los Ángeles en 1946, ejercía como actriz desde la adolescencia. Tuvo sus primeras experiencias en el teatro en la década de los 60, pero su carrera explotó en 1972, con la celebrada interpretación de Kay Adams-Corleone, la pareja de Michael Corleone (Al Pacino) en la trilogía de El Padrino. A pesar de que tocó todos los géneros, es especialmente recordada -fuera de la icónica trilogía sobre el crimen organizado- por sus papeles de comedia. Más allá de las colaboraciones con Allen, destacan las películas Cuando menos te lo esperas o la saga El padre de la novia, que compartió con Steve Martin; ambas con la directora Nancy Meyers.

Keaton con Woody Allen y Jery Lacy durante la producción de 'Play it again, Sam' / Wikimedia Commons
Keaton con Woody Allen y Jery Lacy durante la producción de ‘Play it again, Sam’ / Wikimedia Commons

Una carrera plagada de premios

Durante su carrera, múltiples interpretaciones le aseguraron a Keaton nominaciones para los principales premios de la industria. El primer gran galardón al que optó fue el premio Tony, el gran reconocimiento en el mundo del teatro. A solo 23 años, fue nominada por su papel secundario como Linda Christie en Play it again, Sam, una de las primeras producciones de Woody Allen. Además del Oscar por Annie Hall, se llevó el Globo de Oro por la misma película, así como por Cuando menos te lo esperas más de tres décadas después. El tiempo en pantalla que compartió con Jack Nicholson también le aseguró una nominación al Oscar, aunque no fue fructífera. Tampoco lo fueron las candidaturas por Rojos, de Warren Beaty -una biografía del periodista John Reed, uno de los grandes cronistas de la revolución de Octubre-; o por La habitación de Marvin, de Jerry Zacks, con Meryl Streep y un joven Leonardo DiCaprio.

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