«Este resultado no se lo esperaba nadie». Ni Marta Torner se ha mordido la lengua a la hora de expresar lo que pensaba todo Cataluña, o al menos la Cataluña que ve Eufòria. La copresentadora del talent show de TV3 ha soltado esta frase cuando, en la primera votación de la noche, ha quedado eliminado el gran favorito de la tercera edición del programa, el norte-catalán Julien. Se había sentado en la butaca del favorito en muchas de las galas y había pasado a la final directamente desde la primera semifinal, al ser el concursante más votado por el público de los cinco que quedaban en aquel momento, hace dos semanas, con un 25% de apoyos. De hecho, el pasado viernes participó en la segunda semifinal, en la que se clasificaron Lluís y Maria y cayeron lValèria y Misty, pero fuera de concurso, porque él ya tenía asegurada la plaza para la última gala. En cambio, este viernes ha recibido solo el 29% de los votos en la primera ronda, mientras que los otros dos finalistas se llevaban un 31% de apoyos y un 40%. Nunca se sabrá si el 31% que estaba tan cerca del 29% de Julien era de Maria o de Lluís, puesto que el programa no revela los porcentajes cuando queda otra votación para hacer, para no condicionar el voto.
A media gala, por lo tanto, la emoción se volvía a disparar: eliminado el favorito, era todavía más difícil hacer un pronóstico. A pesar de los esfuerzos de contención que hacía, la cara de Julien reflejaba la sorpresa. Pero ha sabido reaccionar con deportividad. «No he ganado Eufòria, pero me quedo con vuestra sonrisa, con las valoraciones del jurado, con lo que he aprendido de los coaches, con vosotros, Cataluña», ha exclamado. Desde la mesa del jurado, Carol Rovira lo ha ayudado: «Para nosotros eres ganador, adelante, Cataluña te espera», le ha dicho como despedida.
Julien, una despedida con Ovidi Montllor y mucha presencia de la Cataluña Norte
En su primera actuación de la noche, Julien había dejado a todo el mundo boquiabierto una vez más con su juego de piernas con la coreografía, muy lucida, que le habían diseñado para interpretar Uptown Funk, de Bruno Mars y Mark Ronson. «Como coreógrafo, te tengo que felicitar. Lo que acabas de hacer ni te imaginabas que pudieras hacerlo, es sencillamente imposible para una persona que no se haya formado mínimamente», le reconocía con entusiasmo Albert Sala. Y, después de la eliminación, aunque ya estuviera fuera de concurso ha cantado igualmente la otra pieza que llevaba preparada. Y escuchar un norte-catalán cantando con su voz potente el Va com va de Ovidi Montllor ha sacudido el plató y muchas casas. Y seguramente ha hecho arrepentirse a muchos espectadores de no haberlo votado.
Aun así, el paso de Julien por Eufòria, precisamente el año en el que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) ha reabierto la delegación de la Cataluña Norte, ha dejado huella y ha hecho que muchos catalanes del sur hayan recordado que más allá de los Pirineos continúa el país. De hecho, lo ha dicho abiertamente uno de los familiares de Julien que han hablado en la conexión con Perpiñán: «Estaría bien que ganara para que todo el mundo fuera consciente de que una parte del país está aquí, en el norte». En pocas ocasiones se deben de haber pronunciado las palabras «Cataluña Norte» tantas veces en tan pocos minutos en TV3.
María, orgullosa y empoderada
Una vez despedido Julien, en la segunda parte de la gala se tenía que desvelar, por lo tanto, si por tercera vez habría una ganadora de Eufòria o si ganaría un chico por primera vez. ¿Maria, de Barcelona, Lluís, de Lleida? Los dos representaban una historia de superación. Ella ha asegurado que el paso por el programa la ha rescatado después de un «año muy duro», cuando estaba en un momento en el que ya pensaba que quizás había errado el camino. «Eufòria ha sido un rayo de luz. Y a pesar de que muchas veces pensaba que aquella gala sería la última, ahora pienso que lo estoy haciendo bien y que me merecía llegar a la final. Quizás estoy recogiendo ya los frutos de muchos años de trabajo», explicaba minutos antes de su segunda actuación de la noche.
En la primera, había impresionado al jurado y al público –los espectadores son los que votan en las últimas galas– con Proud Mary, de Tina Turner, un título que le encaja y no solo por el juego de palabras, sino también porque si algo ha transmitido esta concursante, gala a gala, ha sido empoderamiento. «Eres como un junco, puedes hacer desde country hasta rock, te doblas como te da la gana [y no te rompes]», le ha dicho Alfred desde la mesa del jurado. A su lado, Carol Rovira añadía: «Se ven tus horas de vuelo como actriz, porque te metes dentro del personaje cada vez». Para la segunda ronda, Maria llevaba preparada La gran euforia, de Joan Dausà, otro título que permitía hacer juegos de palabras y que Carol Rovira ha aprovechado para decirle: «La gran euforia ha sido verte evolucionar semana a semana».
Lluís se destapa: «Quiero hacer la actuación de mi vida»
Llegados a este punto, Lluís, que también ha explicado el trance que tuvo que superar el año pasado, empezaba a pensar que podía ganar. En la primera actuación había interpretado Que boig el món, de Lax’n’busto, y para la segunda llevaba Vreaking Ball, de Miley Cyrus. «Quiero hacer la actuación de mi vida», ha anunciado.
Unos minutos antes, los espectadores habían visto su video de balance del paso por Eufòria, en el que recordaba, con lágrimas en los ojos, que ya había intentado participar en el programa en la segunda edición y que no había conseguido pasar el casting. En aquel momento decidió operarse para superar sus problemas vocales. «Fue una mierda, porque me dijeron que en dos o tres meses me curaría y no fue así. Pensaba que me había desgraciado la vida. Pero ahora estoy aquí», ha relatado este psicólogo leridano que, para dar salida a su vocación artística, había sido músico de calle. También ha recordado el papel de Misty, la concursante con quien ha surgido algo más que amistad. «Este viaje sin Misty habría sido diferente, me ha enseñado muchas cosas», ha admitido. Y ha rematado su intervención asegurando que «Eufòria es un máster espectacular y encima te pagan».
Primer ganador masculino en la historia del programa
Lluís ha actuado, después se ha abierto la última votación, han actuado The Tyets como estrellas invitadas, mientras se daba tiempos a los espectadores para votar y, finalmente, ha llegado la hora de la verdad. Cómo es habitual, primero se han mostrado lo que llaman los «porcentajes ciegos». Así se ha sabido que uno de los dos finalistas que quedaban había recibido el 58% de los votos y el otro, el 42%. Cuando se han destapado los nombres se ha visto que el Lluís era el ganador: la primera de las tres ediciones del talent show de TV3 que gana un chico, después de Mariona Escoda, el primer año, y Jim, el año pasado. Precisamente ha sido Jim la que le ha entregado el trofeo. Y él ha cerrado el paso por el concurso con un: «Viva Eufòria y viva Cataluña!». Un letrero proyectado a la pantalla gigante del fondo del plató anunciaba: «La euforia continuará».