El autoconsumo energético sigue siendo la isla renovable de la lenta transición energética catalana. Según el Observatorio del Autoconsumo de Catalunya, impulsado por el Institut Català d’Energia, el principado ha agregado cerca de 25.000 nuevas instalaciones en 2024, y ya supera la barrera de los 125.000 puntos de generación. En concreto, el Departamento de Territorio tiene constancia de 126.725 pequeños parques fotovoltaicos. La potencia instalada total supera los 1.380 megavatios, tras haber añadido unos 380 el curso pasado. A pesar del avance, los objetivos de la Prospectiva Energética de Catalunya (PROENCAT) permanecen lejanos: la hoja de ruta de la Generalitat obliga a contar con 500.000 instalaciones de autoconsumo en servicio en el año 2050 para lograr la descarbonización de la economía. Por ahora, el país ha activado una cuarta parte del total deseado.

Con este incremento, Catalunya añade un 24% de instalaciones a la red. Cabe decir que se trata de una cifra mucho más modesta que la alcanzada en 2023. Entonces, el crecimiento anual superó el 50%, acelerado por la enorme inflación energética que plagaba el mercado. Ahora, con precios de la energía muy por debajo de los máximos, cuesta más justificar las inversiones. Sin embargo, las cifras del Observatorio muestran una tendencia alcista de las instalaciones de autoconsumo compartido, más ambiciosas y con más potencia que las individuales. Según el departamento, se pusieron en servicio 676 nuevas instalaciones en esta modalidad, por 20,9 megavatios de potencia. En este segmento, el aumento es comparable al de 2023, con un 60% más de equipos y un 110% más de capacidad. En total, el Principado ya ha conectado 1.773 grupos de paneles para el autoconsumo compartido, cerca de los 40 megavatios.

Mejoras entre los consumidores domésticos

Las cifras del Departamento concentran la mayoría de nuevas instalaciones en el segmento de los consumidores domésticos, con un 84,3% de las nuevas conexiones. Cabe decir que estas son las de menor aporte energético, y solo suponen el 35% de la nueva potencia instalada. Los servicios, por su parte, han solicitado el 11,7% de los nuevos parques de autoconsumo, con un 32,2% de la potencia. Las instalaciones más ambiciosas son las industriales, que solo ocupan el 3% de la nueva cartera renovable, pero que acumulan el 33,7% del total de potencia. El Gobierno, en este sentido, intenta impulsar figuras como las comunidades energéticas, para facilitar que personas y empresas colaboren para «gestionar de manera conjunta» la energía limpia generada. Sin embargo, la caída de los decretos renovables de la Generalitat y la Moncloa, que permanecen congelados al menos hasta que se reanude el curso político, ha dificultado esta transición.

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