Cataluña es un país muy preciado por la variedad de pueblos y espacios naturales que conforman el territorio. La combinación de montaña y mar hace que sea uno de los destinos preferidos por el turismo, independientemente del momento del año, puesto que cuando hacen calor es un buen momento para visitar los pueblos costeros, pero cuando llega el frío y las hojas de los árboles cambian de color o caen también es un buen momento para visitar los pequeños pueblos escondidos en el interior del territorio. Con la llegada del invierno, los pueblos del Pirineo se convierten en destinos preciados para los excursionistas. Es por eso que Meranges, el pueblo más alto de Cataluña, es uno de los lugares escogidos por algunos para hacer una escapada durante estas fechas.

A pocos kilómetros de Francia, esta población de la comarca de la Cerdaña, ostenta el título de pueblo catalán más alto, puesto que se encuentra a 1.539 metros de altitud por encima del nivel del mar. Por lo tanto, a pesar de no ser el punto más elevado de Cataluña, sí que es el municipio ubicado a más altura. Meranges, además de la altitud en la cual está situado, también presenta una situación curiosa por su ubicación, puesto que conforma, prácticamente, una triple frontera entre Cataluña, Francia y Andorra. Su arquitectura tradicional de montaña se conserva prácticamente intacta, con calles empedradas estrechas y casas con el característico techo de pizarra que se puede ver en buena parte de los pueblos y villas del Pirineo.

Variedad de excursiones

Todos los alrededores merecen una excursión. Meranges está en medio de la reserva de la Tossa Plana de Lles-Puigpedrós, lugar donde empiezan más de una decena de senderos que llevan a lagos, refugios y bosques curiosos dignos de ver. Ahora bien, para los que prefieren no aventurarse a hacer excursiones, también pueden optar para quedarse dentro del pueblo y visitar el museo de Meranges.

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